Las etiquetas llamativas se cuelan junto a carreras tradicionales como Medicina, Derecho o Periodismo. Aunque la novedad es relativa, matiza Enrique Fernández, vicerrector de la Camilo José Cela: "No nos hemos inventado nada; hay estudios de moda como titulación propia de varias universidades españolas, y títulos oficiales en Reino Unido, Bélgica, Italia o Francia". Algo parecido ocurre con el diseño de interiores, que ofrece la misma universidad. "Hemos pretendido hacer cosas que den un vuelco al sistema universitario", agrega el vicerrector.
Los nuevos grados aúnan materias diseminadas en otras carreras. Como Urbanismo, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, de la Camilo José Cela, que pretende formar profesionales de "visión global", con conocimientos de sociología, políticas, derecho, geografía, medio ambiente, estadística, sostenibilidad, capaces de redactar (no de firmar, que compete al arquitecto) un plan urbanístico.
También traen a la Universidad disciplinas presentes en academias o escuelas superiores. La Antonio de Nebrija propugna una especie de School of Fine Arts al más puro estilo anglosajón, a partir de su Facultad de las Artes y las Letras. Lo hace con dos grados de humanidades: Creación e interpretación en artes escénicas -una mezcla de formación artística y humanidades, en palabras de Pablo Álvarez de Toledo, vicedecano de esta facultad-, y Gestión cultural. ¿Qué enseña un grado de Gestión cultural? Historia, arte, macroeconomía, contabilidad, organización y planificación. "Piensa en el perfil de la ex directora del Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar, que era historiadora del arte y además tenía un máster del Instituto de Empresa", sugiere.
Arte y Proyectos Multimedia, de la Universidad Europea de Madrid, relaciona arte y nuevas tecnologías, introduce en el dibujo, la escultura y las técnicas audiovisuales, y forma a "operadores culturales" que pueden dirigir una exposición o trabajar en instituciones culturales públicas y privadas, según definición del director del área de Arte, Joaquín Ivars.
En la misma universidad, Ciencias de la Danza se aleja de la formación del bailarín, el intérprete o el coreógrafo hacia un perfil que usa el movimiento creativo como herramienta educativa, lúdica, de salud. Se entiende mejor aludiendo a sus salidas profesionales. "Ser profesor de danza en centros penitenciarios, de tercera edad, de educación especial e infantil, gimnasios", enumera Begoña Learreta, coordinadora del proyecto.
Cada descripción de grado acaba en coletillas parecidas: "tiene muchas salidas", "es lo que demandan las empresas", "es un perfil muy versátil, que va a encontrar trabajo seguro". El mercado laboral como objetivo prioritario, la estrecha colaboración con las empresas, la internacionalización (la mayoría incluye clases en inglés y periodos en el extranjero) y la apuesta por las tecnologías de la información y la comunicación son elementos comunes.
Las nuevas tecnologías y la investigación del alumno son clave en Comunicación Audiovisual, Cine y Televisión de la Ramón Llull, que ha sumado las palabras cine y televisión a una carrera que ya existía. "Abordaremos los nuevos soportes, la historia pero también las series de televisión… Todo contexto que ayude a entender un mundo cambiante", tercia Fernando de Felipe, jefe del departamento.
Para su Graduado en Sistemas Web, la Alfonso X El Sabio ha preparado un programa con física básica, matemáticas, programación, bases de datos, fundamentos de las redes de comunicación, diseño web, seguridad, organización, sistemas de gestión. Para crear, según anuncia, competencias en "diseño, desarrollo, producción, implantación y mantenimiento de proyectos de sistemas de información en organizaciones". Portales de negocio electrónico, diseño de arquitectura de los ordenadores de una empresa… "Adaptamos nuestras carreras a los perfiles que requieren los puestos más demandados y que las compañías necesitan pero no logran consolidar por falta de profesionales especializados", afirman desde la Universidad.
Fuente: El País
