jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioSociedad, Política y SostenibilidadSaludCiclos medios del COVID:Horas para contagiar, 5 a 12 días para incubar...
Al acerca los tres meses de la máxima emergía que no vimos

Ciclos medios del COVID:Horas para contagiar, 5 a 12 días para incubar y otros 8 para sanar o morir

Redacción / SINC /
Ya se conocen por las investigaciones y experiencias más solventes desde estallar a finales del 2019 la epidemia de COVID1, declarada pandemia a los dos meses, cuáles son sus ciclos vitales (o letales). Puede contagiarse en horas o días entre una persona y otra.Tarda luego de 5 a 12 días en incubar dentro de cada persona infectada, al margen de que ésta ofrezca síntomas. Es al octavo día de aparecer esos primeros síntomas cuando llega el punto de inflexión: curarse o grave riesgo de asfixiarse.

Al acercase los dos meses de la máxima emergencia mundial ante el COVID19 dundida por la Organización Mundial de la Salud el 31 de eneeo pasado y que casi todo el globo desatendió,  nuestro  consejo editorial sigue considerando relevante difundir los tres principales ciclos del virus que ahora tiene paralizada la economía mundial y ante el mayor riesgo de recesión que se recuerda. Científicos de EE UU analizaron en primer lugar cuánto permanece el nuevo coronavirus en varios materiales de uso común. En los aerosoles del aire son estables hasta tres horas, cuatro horas en el cobre, un día entero en el cartón y hasta dos o tres días en el plástico y el acero inoxidable, según el estudio que público The New England Journal of Medicine un equipo de científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Princeton en EE UU.Los autores imitaron lo que sucede cuando una persona infectada deposita el coronavirus sobre materiales cotidianos del hogar y los hospitales, como puede ocurrir al toser o tocar objetos. Para ello han utilizado muestras reales del patógeno.

Así llegaron a la conclusión de que SARS-CoV-2, responsable del síndrome respiratorio agudo grave, se detecta en aerosoles (las partículas en suspensión del aire) durante un tiempo máximo de tres horas, hasta cuatro horas en el cobre (presente en muchas monedas), hasta 24 horas en el cartón y hasta dos o tres días en el plástico y el acero inoxidable.

Estos resultados proporcionan información clave sobre la estabilidad del virus que está causando una pandemia, y confirma que las personas pueden adquirirlo a través del aire y después de tocar objetos contaminados.

El coronavirus permanece en aire o aerosoles hasta 3 horas, 4 horas en el cobre, un día entero en el cartón y hasta dos o tres días en el plástico y el acero inoxidabl, estabilidad similar a SARS-CoV-1

Los científicos de los NIH, en las instalaciones del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en Montana, compararon cómo el ambiente afecta a SARS-CoV-2 en relación a su antecesor el SARS-CoV-1, causante del SARS, empleando muestras de los dos tipos.

La estabilidad del nuevo coronavirus parece similar a la del SARS-CoV-1, lo que desafortunadamente no explica por qué COVID-19 se ha convertido en un brote mucho mayorEl SARS-CoV-1, al igual que su pariente actual, también surgió en China, e infectó a más de 8.000 personas entre 2002 y 2003. Sin embargo, fue erradicado en 2004 gracias al seguimiento intensivo de contactos y a las medidas de aislamiento de las personas contagiadas.

En el nuevo estudio de estabilidad, los dos coronavirus se comportaron de manera similar, lo que desafortunadamente no explica por qué COVID-19 se ha convertido en un brote mucho más. Los autores también destacan otros aspectos de sus observaciones. Por ejemplo, se preguntan por qué hay más casos de SARS-CoV-2. Las evidencias sugieren que las personas infectadas ahora podrían estar propagando el virus sin reconocer, o incluso antes de reconocer, los síntomas. Esto haría que las medidas de control de enfermedades que fueron efectivas contra el SARS-CoV-1 lo sean menos contra su sucesor.

Además, a diferencia del SARS-CoV-1, la mayoría de los casos secundarios de transmisión de SARS-CoV-2 parecen estar ocurriendo en ambientes comunitarios en lugar de sanitarios. Sin embargo, los entornos hospitalarios también son vulnerables a la introducción y propagación del nuevo coronavirus, cuya estabilidad en aerosoles y superficies probablemente también contribuye aquí a su transmisión.

Por otra parte, el estudio reafirma las recomendaciones que dan los profesionales sanitarios ante la gripe y otros virus respiratorios. Aunque la población está cada vez más concienciada, se insiste en las medidas para prevenir la propagación del SARS-CoV-2: evitar el contacto cercano con personas infectadas; no tocarse los ojos, la nariz y la boca; quedarse en casa cuando estás enfermo (y ahora también cuando no); toser o estornudar en el codo y usar pañuelos desechables que se tiran a la basura; y limpiar y desinfectar objetos y superficies que se tocan con frecuencia.( Referencia:N van Doremalen, et al. Aerosol and surface stability of HCoV-19 (SARS-CoV-2) compared to SARS-CoV-1. The New England Journal of Medicine. DOI: 10.1056/NEJMc2004973 (2020).

El inicio periodo de incubación e inició de los síntomas se suele producir dentro de los siguientes 12 días para la mayoría de los infectado

El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, tiene un período de incubación media de cinco días. Menos del 2,5% de las personas infectadas mostrarán síntomas dentro de los primeros 2,2 días desde la exposición y el inicio de los síntomas se producirá dentro de los siguientes 12 días para la mayoría de los infectados, claro está que también pueden haber individuos asintomáticos.

“Estas estimaciones implican que, bajo supuestos conservadores, 101 de cada 10.000 casos desarrollarán síntomas después de 14 días de vigilancia activa o cuarentena”,indicaron investigadores de la Universidad Johns Hopkins y Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) así como Médecins Sans Frontières (Suiza) en un estudio publicado en la revista científica Annals of Internal Medicine.Un cálculo preciso del período de incubación de la enfermedad para un nuevo virus como SARS-CoV-2 permite a los epidemiólogos analizar cómo se comporta el brote. Asimismo, el dato permite a las autoridades sanitarias diseñar medidas eficaces de cuarentena así como otras orientadas a la contención del contagio.

“La recomendación actual de 14 días para la vigilancia activa o la cuarentena es razonable, aunque con ese período se pasarían por alto algunos casos a largo plazo”, destacó Justin Lessler, coautor del estudio e investigador del departamento de Epidemiología de la Escuela Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.Para llegar a estos resultados, los investigadores recolectaron datos de 181 casos confirmados que fueron contagiados con SARS-CoV-2 antes del 24 de febrero de 2020 y detectados fuera de Hubei, provincia en China, cuya capital Wuhan fue el origen y epicentro de la pandemia.

Para cada caso se registró el tiempo de posible exposición al SARS-CoV-2, la aparición de cualquier síntoma y la presencia de fiebre. También se recogieron datos sobre edad, sexo, país de residencia y posible vía de exposición.Los resultados muestran similitudes con los períodos de incubación de otros coronavirus que afectan al ser humano como el causante del síndrome respiratorio agudo grave o SARS (media de cinco días; rango de dos a 14 días), el síndrome respiratorio de oriente medio o MERS (media de cinco a siete días; rango de dos a 14 días) y el coronavirus humano común (media de tres días; rango de dos a 5 días).

Los investigadores también hicieron una salvedad: los casos en los que se basaron pudieran representar en exceso a los casos graves, cuyo período de incubación puede diferir del de los casos leves. “Hemos considerado exclusivamente los casos notificados y confirmados de COVID-19, que pueden representar una proporción excesiva de personas hospitalizadas y otras con síntomas graves, aunque observamos que la proporción de casos leves detectados ha aumentado a medida que se han reforzado los sistemas de vigilancia y supervisión. El período de incubación de estos casos graves puede diferir del de las infecciones menos graves o subclínicas y no suele ser una medida aplicable a las personas con infecciones asintomáticas”, explicaron los autores del estudio. Así lo reflejado en el siguiente gráfico el Semanario Universidad:

Según datos de la Universidad John Hopkins, los casos leves de COVID-19 parecen recuperarse en una o dos semanas, mientras que los casos graves pueden demorar seis semanas o más, según sea el cuadro clínico y la presencia de factores de riesgo como la edad y condiciones médicas anteriores (por ejemplo: cáncer o problemas respiratorios y cardiacos).

“Los pacientes mayores de 60 años pueden ser golpeados con especial dureza, mientras que los pacientes menores de 30 años son más propensos a experimentar síntomas leves”, subrayaron los expertos de la Universidad John Hopkins.

Algunos pacientes siguen dando positivo al virus aunque sus síntomas ya hayan desaparecido y, lamentablemente, alrededor del 1% de las personas infectadas en todo el mundo morirán a causa de la enfermedad.

Tras ser infectado, 8 días para curarse o asfixiarse. Los tratamientos clave son antivirales, pero también se combate preventivamente esa reacción inflamatoria

El octavo día de enfermedad (desde que aparecen los primeros síntomas) parece ser un punto de inflexión en el que la salud del afectado por el coronavirus da un cambio rotundo: la mayoría se repone, incluso para irse ya a casa o a otro centro donde terminar el confinamiento. Pero entre el 15% y el 20% sufre una aparatosa inflamación de sus pulmones y su estado de salud sufre un deterioro que puede llevarle a cuidados intensivos.

Esa es la experiencia contada a Ana Macpherdon de La Vanguardia por el equipo de infecciones del Clínic que dirige Àlex Soriano. Fue el hospital encargado del tímido inicio de la pandemia. Ahora tienen centenares de enfermos en distintos grados de dificultad y cada día aprenden y conocen más cosas sobre esta dolencia nueva. Pero esa inflamación sigue siendo de momento la etapa difícil.“La inflamación se produce al activarse de forma paradójica el sistema inmunitario. Lo hemos visto en otras situaciones, como en personas muy inmunodeprimidas por VIH hace muchos años o por citomegalovirus”, explica Àlex Soriano.

Una buena parte de los pacientes de Covid-19 ya no van al hospital. Pasan su semana de malestar y fiebre en casa, con medicación sintomática y el máximo aislamiento que puedan. “La mayoría tiene tos y los problemas en las vías altas. Pero dentro de esa levedad que combina un poco de fiebre y molestias respiratorias durante la primera semana, hay un grupo que muestra una afectación más baja. La infección dificulta un poco la respiración y en la radiografía de sus pulmones es visible. A ese nos lo quedamos”, explica el infectólogo.

El tratamiento primero está dirigido contra la infección. Están probando antivirales de diverso tipo y los protocolos que se proponen cambian cada día y a veces en horas. Los hospitales que se están ocupando de la mayoría de estos casos están teniendo acceso a ensayos y tratamientos llamados de uso compasivo para poder usar solos y en combinación todo el arsenal que se pueda probar, incluido el tratamiento con antipalúdicos (se está ensayando para frenar la carga viral y el tiempo en que se es contagioso). Pero también empiezan a prever la inflamación. “Hay que tratarles antes de que tengamos que llevarles a la UCI”, explica Soriano.

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad