jueves,18 agosto 2022
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En pleno retorno a los acosos persecuciones a morosos

Cientos de miles de firmas contra deshahucios de ancianos,niños o discapacitados por el Santander

Redacción
El Banco Santander y otros vuelven a la carga con los desahucios, al igual que con la reclamaciones de deudas cedidas o vendidas a otras empresas que acosan con llamadas a los deudores, aunque sea por discrepancias en las cantidades pagadas o a pagar. Pero también han retornado con fuerza las últimas semanas las movilizaciones contra los desahucios de ancianos, discapacitados o menores por esa u otras entidades. El Santander acumula 81 peticiones con mas de un millón de firmas.

Sólo en la web de peticiones de Change.org, el Banco de Santander lleva ,más de un millón de firmas, pues al buscar con ese nombre aparecen 81 resultados, la primera de ellos con casi 220.000 firmas una petición iniciada en abril para que no dejen en la calle a una hermana con el 45% de discapacidad. De las 10 que aparecen esa primera página, otra petición con más de 103.000 firmas ("protejan por ley a nuestros mayores de los desahaucios y el acoso inmobiliario" lleva desde el último mes de junio.  Y es superada entre esas diez de primera página por otra petición con casi 200.000 firmas ("Retiren el deshaucio de nuestra vivienda y cancelen la carga hipotecaria en el registro de la propiedad"), donde en este caso tambien se cita a La Caixa. Además de peticiones contra deshaucios, aparece tambien entre esos 81 resultados alguna más de 100.000 firmas contra las comisiones de cajeros, de los que el Banco de Santander tiene el monopolio en muchas universidades españolas, entre ellas la Universidad Autónoma de Madrid.

"En 2015, y gracias a la petición que inicié en Change.org, logramos parar el desahucio de mis padres. Pero hoy, casi cuatro años después, el banco vuelve a la carga", decía la petición que lleva casi 330.000 firmas, de ellas un 10% en la ultima semana, iniciada por José Ramón hace casi tres años, "tras más de cuatro años de suplicio, tras haber vivido más de 52 años en su casa, hoy el banco Santander quiere desahuciar a dos ancianos de 85 y 83 años.

A pesar de haber hablado con ellos y haberles pedido que no llamen a mis padres directamente por su avanzada edad, parece que han perdido toda sensibilidad y ya han llamado hasta en dos ocasiones a mis padres con el perjuicio para la salud que eso les está provocando. Si hace cuatro años conseguimos parar este desahucio, estoy convencido que con vuestra ayuda también podemos hacerlo ahora.

Firma mi petición para mandar un mensaje claro y contundente al Banco Santander: no desahucien a mis padres José y Petra, de 85 y 83 años de edad, de la casa en la que han vivido toda la vida.

En todo este tiempo hemos estado negociando para conseguir esa dación en pago y poder cancelar el crédito que solicitó mi excuñado utilizando como titulares a mis padres y luego no devolvió. Poder lograr la dación en pago y poder vivir pagando un alquiler social es lo único que quieren mis padres en los últimos años de su vida. ¿Acaso han perdido toda la sensibilidad los directivos del Banco Santander? ¿No tienen derecho a vivir en su casa de toda la vida mis padres de 85 y 83 años?

"Cuantas más personas firmemos esta petición, mayor será la presión que pongamos sobre el banco para que acepten la dación en pago y el alquiler social para mis padres", concluye José Ramón, animando así a firmar a otros anónimos clientes o no del Banco de Santander.

Otra petición contra la misma entidad, firmada por Víctor Manuel Molina Romo,  lleva en Change.org  hasta la fecha 188.111 firmas:

"Mi padre se llama Pepe, y cumplirá 81 años dentro de poco. Nació en plena Guerra Civil y no tuvo una vida fácil. Con solo 16 años falleció su padre, mi abuelo, y él tuvo que dejar sus estudios y empezar a trabajar para sacar adelante a su madre y su hermana, su única familia, en unos tiempos muy duros. A pesar de todo ello, y a base de muchísimo trabajo, renuncias, esfuerzo… pudo salir adelante. También tuvo que emigrar de su querida tierra natal para podernos dar un futuro mejor a sus hijos, que nunca le agradeceremos lo suficiente sus esfuerzos y trabajo. Nunca tuvo unas vacaciones, pero pudimos llevar una vida digna.

Sin embargo, todo se torció hace unos años. Pidió un préstamo al Banco Popular para comprar el invernadero en el que había estado trabajando media vida… y le pidieron poner su casa como aval. Un director regional del banco, amigo y paisano, le dijo que no se preocupara, que firmase sin miedo, que nunca le quitarían la casa. Pero llegó la crisis económica y el invernadero tuvo que cerrar. A partir de ahí, el embargo de todos sus bienes. Mi padre se vio con casi 80 años sin nada, y una pensión de menos de mil euros de la que además subsisten otros familiares.

Durante estos últimos tres años el Banco Popular le permitió seguir viviendo en su casa gracias a un alquiler social, pero con la llegada del Banco Santander todo cambió. Hace unos meses recibió varias cartas de diversas inmobiliarias a las que el banco había delegado la gestión de su casa, y por fin, hace dos meses, la inmobiliaria Alquilovers le comunicó que el próximo 15 de junio debería abandonar su casa, o empezar a pagar un alquiler a precio de mercado inasumible para él. A partir de ahí comenzó una supuesta negociación de la que no hay ningún tipo de respuesta por parte de nadie, y que no hace más que alargar la desesperanza y desesperación de mi padre. Es inhumano, indecente, inmoral, tener a una persona de esa edad pendiente de si tiene que abandonar su casa, sus recuerdos, su vida, sin saber dónde irá, tras una vida de lucha y trabajo sin descanso. Mi padre no pide caridad, no pide siquiera que le devuelvan su casa, la que pagó con tanto trabajo y esfuerzo durante tantos años, simplemente poder seguir viviendo en ella pagando un alquiler que pueda asumir".

 

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