"Es el éxito de un trabajo de más de diez años, un objetivo histórico del Colegio", destaca Lacasa, que detalla que el error humano interviene en dos de cada tres accidentes, pero la formación para evitarlo ha ido disminuyendo.
Por ello, defiende que el piloto reciba la formación "más amplía posible", ya que recuerda que este es un gestor que tiene que tomar decisiones, que "incluso pueden costar vidas".
Además, el Decano ha expresado su satisfacción porque España se haya situado a la vanguardia de Europa en la formación profesional universitaria de pilotos con la puesta en marcha de este Título de Grado que se imparte en el Centro de Estudios Superiores de la aviación (CESDA), ubicado en Reus y adscrito a la Universidad pública Rovira y Virgili.
En este sentido, el responsable del curso, Josep María Gastó, ha revelado que han recibido peticiones de alumnos extranjeros para seguir estos estudios, que iniciaron su andadura el pasado día 6, y que suponen "un reconocimiento muy importante de la labor de los pilotos, ya que se determina que la formación que necesitan estos profesionales tiene rango universitario".
Los estudios universitarios de pilotos constan de 240 créditos que se obtienen durante 4 años, por lo que la primera promoción de tripulantes técnicos con titulación oficial y licencia de vuelo saldrá de las aulas en 2014.
Al terminar la formación, estos nuevos pilotos habrán desembolsado unos 86.000 euros (21.500 por curso), un coste elevado, según explica Gastó, porque una gran parte de los cursos se realiza "en los aeroplanos y cada alumno dispone un instructor para las prácticas".
Además de la formación como piloto comercial, Lacasa ha destacado que estos estudios abren la posibilidad de que estos profesionales accedan a la función pública, así como a determinadas actividades profesionales vinculadas al sector del transporte, para las que es imprescindible una titulación universitaria oficial.
En este sentido, el Decano del COPAC se refirió a la posibilidad de que estos profesionales puedan formar parte de las comisiones de investigación de accidentes o del personal experto en operaciones aéreas de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), entre otros.