jueves,18 agosto 2022
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Comisión de Quejas de la FAPE: su «salud», vista desde el análisis transaccional

Humor y Comunicación Política
Es el octavo artículo que escribo sobre la Comisión de Quejas de la FAPE (Federación de Asociaciones de Prensa de España). Y mientras no cambie, seguiré agitando las aguas. Parece mentira que esta Comisión se encuentre tan contenta de haberse conocido, después de saber, a ciencia cierta, que están a la cola de Europa, y más allá, en cuanto a favorecer los derechos de los periodistas.

Los conceptos de «Información» y «Ruido», aplicados a la Comisión de Quejas de la FAPE

El genial científico social Kurt Lewin afirmaba que lo más útil es una buena teoría. Murió prematuramente pero sus conceptos siguen teniendo vigencia después de setenta años. Entonces, ¿por qué no aplicar una buena teoría para interpretar a la Comisión de Quejas de la FAPE? Por ejemplo, el Análisis Transaccional de Eric Berne.

Si aplicamos los conceptos de Información y Ruido a las actuaciones de esta Comisión, veamos lo que nos sale.  

«Información» que quiere transmitir esta Comisión: Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE). «Ruido»  que llega a quien se interesa por saber qué es la Comisión: el nombre de «arbitraje» es enteramente vacuo, si no engañoso: no arbitra. Y en cuanto a Deontología, hay pruebas  que demuestran claramente que la Comisión transgrede el Código Deontológico que proclama defender. A alguno/a de los componentes de esta Comisión se les puede aplicar lo que decía Berne sobre una patrona: «Hoy en día no puedes fiarte de tus inquilinos. El otro día estaba examinando el escritorio de uno de ellos y nunca adivinarías lo que encontré. Su mundo mental es un mundo farisaico en el que ella tiene derecho a hacer toda clase de cosas equívocas, siempre que la finalidad sea descubrir la indignidad de las demás». Es decir, mientras alguien de la Comisión dice que está para salvaguardar el Código Deontológico de la profesión periodística, se lo salta cuando le conviene. Y se lo salta escandalosamente, sin respetarlos hechos, y demostrando un desconocimiento muy grave de la Filosofía, la Historia o lo que sea menester. En mis artículos anteriores, ya he aportado pruebas suficientes. 

Apliquemos los conceptos de Eric Berne sobre Organizaciones y Grupos a esta Comisión 

Ahora bien, como me propongo profundizar en el comportamiento de esa Comisión, quiero hacerlo desde los conceptos y proposiciones que Eric Berne desarrolló magistralmente en su obra Structure and Dynamics of Organizations and Groups (1975). Expuso varios aspectos de los que destaco en este artículo la «salud». En otro digital, me ocuparé de la «cultura». Voy a procurar atenerme a la máxima berniana de que «La ventaja de ser sistemático es que ayuda a decir las cosas útiles de manera más corta.» (Berne, 1975 :105). 

Veamos cómo está la salud de esta Comisión: 

– La principal preocupación de cada grupo es sobrevivir tanto como sea posible, o por lo menos, hasta terminar la tarea (Berne, 1975:105). La Comisión de Quejas no parece preocupada por otra cosa.

– La existencia continuada de un grupo como fuerza efectiva depende del mantenimiento de su estructura organizativa (Berne, 1975:105). ¿En qué consiste la estructura de la Comisión? Berne hubiera dicho que se parece a una sociedad secreta. «¿Cómo»?,  puede preguntarse quien lea estas líneas. Según Eric Berne, las sociedades secretas son muy aburridas para mucha gente porque tienen mucha etiqueta y poco carácter; es decir, todos tienen que aceptar a todos muy seriamente. Por el contario, en muchos grupos donde un miembro quebranta una regla, es legítimo atacarle y es aquí donde brota el carácter y empieza  la diversión. Por ejemplo, en algunos clubes americanos, sus miembros deben pagar 10 centavos cada vez que pronuncian una blasfemia 

– «Grupo Turgot es un grupo teórico que dedica toda su energía a una clase de trabajo y no le sobra nada para hacer otro tipo de trabajo. Lo peor sería que un Grupo Turgot usara toda su cohesión en cuidar el orden interno; no estaría apto para cualquier combate o actividad y caería bajo la primera presión externa o se moriría de hambre» (Berne, 1975 :104-105).  Pues bien, yo afirmo que la Comisión es un Grupo Turgot. De lo que más se preocupa es de cuidar su orden interno, sin autocrítica alguna. Los miles de periodistas que pertenecemos a la FAPE no conocemos dimisiones de algunos miembros de esta Comisión como consecuencia de fallos judiciales que van en contra de los dictámenes que ellos /ellas hayan escritos como ponentes. 

–  Lo peor que puede ocurrir a un grupo Turgot es que use toda su cohesión en cuidar el orden interno. No es apto para cualquier combate o actividad y caerá bajo la primera presión externa. Efectivamente, cuando llegue un momento en que la Comisión sea sometida a controversia pública, ¿con qué argumentos van a responder sus miembros? La posición subyacente que ejerce esta Comisión es que dos no regañan si uno no quiere. Es decir, que están muy satisfechos por no discutir entre ellos. 

–  El Canon del grupo son las cláusulas que dan forma a la cohesión.  En la Comisión, el Canon es el Código Deontológico. El Sr. Hernández-Sanjuán, Secretario de la Comisión, afirmó por escrito que las Resoluciones de la Comisión no admiten Recurso de Reposición. Con lo cual, demuestra que la Comisión se encuentra muy contenta con que España sea diferente en un aspecto tan perjudicial como éste para el prestigio de esta Comisión. 

 Profesores de diversas universidades españoles acometieron la tarea de examinar las propuestas de las Comisiones deontológicas y libertad de expresión. Analizaron las quejas tratadas por los es órganos deontológicos de Alliance of Independent Press Councils of Europe (AIPCE). Y el caso cobró tal importancia que el periódico digital Ibercampus promovió una Petición a través de la Plataforma Change.org. para que cambiase el actual estado de cosas. Entre los puntos que manifestaba la Petición estaban los siguientes:

Un periodista español no tiene reconocido recurso alguno ante la Comisión de Quejas. Es decir, quien pierde el caso, no tiene posibilidad alguna de refutar los argumentos de quien haya sido el/la ponente. Además, si alguien examina y contrasta algunas Resoluciones de esta Comisión, comprobará que hay una gran diferencia de calidad entre unas y otras. Esto significa que cada periodista español que recibe una queja está al albur de la calidad de la propuesta de quien sea ponente de su caso. 

La Comisión de Quejas es un argumento viviente del lamentable «Spain is different».

Ejemplos de cómo tratan este asunto tan importante organizaciones similares en otros países europeos. 

1. Press Complaints Commission (PCC). (Reino Unido) 

Tienen lo que denominan el Revisor Independiente: Si al final del proceso, el periodista tiene reservas sobre la manera en que su caso ha sido tratado por la Comisión y sus miembros, debe escribir- en el plazo de un mes de haberle comunicado el resultado de su caso- al Revisor Independiente (Independent Reviewer). Él investigará su recurso e informará de cualquier hallazgo y transmitirá recomendaciones a la Comisión. 

2. Deutscher Presserat (Alemania). 

Existe la opción de reapertura del caso (Wiederaufnahme del caso) en el caso de nuevas pruebas que podrían afectar la decisión. 

3. Österreichische Presserat (Austria). 

Existe la opción de reapertura del caso (Wiederaufnahme del caso) en el caso de nuevas pruebas que podrían afectar la decisión. 

4. Schweizer Presserat (Suiza). 

En un plazo de 10 días a partir de la fecha de la resolución, se puede pedir la opinión deontológica del Pleno del Consejo a petición de al menos dos miembros del Consejo de Prensa. 

5. Общественной коллегии по жалобам на прессу (Rusia). 

En el caso de Rusia, la decisión que emite la comisión ad hoc puede ser revisada (reposición) por el Consejo (Коллегия). 

La Press Complaint Commission (Reino Unido) resuelve casi todos los casos relacionados con información publicada en blogs (bitácoras) aplicando el derecho a réplica (válido también para noticias antiguas que continúan disponibles online). En el caso Richard A E North (Sunday Times) la PCC reconoce:

In the realm of blogging (especially in cases touching upon controversial topics such as climate change), there is likely to be strong and fervent disagreement, with writers making use of emotive terms and strident rhetoric. This is a necessary consequence of free speech.

«En el ámbito de la actividad en los blogs (especialmente en casos que abordan asuntos sensibles como el cambio climático), probablemente va a haber un desacuerdo fuerte y muy animado, con escritores que emplean términos emotivos y retórica estridente. Esto es una consecuencia necesaria de la libertad de expresión».

– Berne distinguía la Claúsula autotélica, que provee el mecanismo para cambiar la propia constitución. Hasta ahora, esta Comisión no ha activado esta cláusula, no la ejerce en absoluto. Pienso que, entre los componentes de la Comisión, hay una o dos personas que sí pueden activarla y cambiar el comportamiento sumamente conservador de la mayoría de sus miembros. Lo mejor que puede  hacer esta Comisión es disolverse y que alguien cree otra Comisión que esté a la altura de los tiempos, como diría José Ortega y Gasset. Aunque sólo fuera por no hacer el ridículo en Europa. La Comisión actual está a la cola de otras Comisiones semejantes en Europa en cuanto a garantías de los periodistas. No reconoce el derecho al Recurso de los periodistas. 

La pregunta del millón, con la que acabo: ¿Hay una Comisión que dé menos garantías a los periodistas en Europa y naciones democráticas de otros Continentes? Estoy dispuesto a rectificar mi pregunta. 

Nota: 

Ya he escrito antes que, para esta columna, me he basado en:

Berne, Eric (1975) Structure and Dynamics of Organizations and Groups. Nueva York, Ballatine Books. (La obra original es de 1964).

Acaba de salir un  libro extraordinario en España: Berne, Eric (2014) Más allá de Juegos y Guiones. Sevilla, Editorial Jeder.

Es la mejor antología de todos los libros de Berne que ha aparecido en español. Todo se ha debido al trabajo de Agustín Devós, un innovador, no sólo un emprendedor. Gracias a su amistad con Terry Berne, hijo de Eric, y con Claude Steiner, el mejor discípulo de Berne, ha logrado ofrecer al mundo hispano una traducción muy exigente y fiel de capítulos de todas las obras del fundador del Análisis Transaccional. Contiene capítulos del libro de Berne, que ya he citado.

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