Los debates han tenido como telón de fondo una preocupación compartida de las dos regiones: cómo compaginar la equidad y
En el ámbito europeo estas reflexiones tienen lugar en un momento preocupante por un incremento en la concentración de la riqueza y las fracturas sociales que ésta plantea. Según datos de 2005, la renta percibida por el 20% más rico es casi cinco veces mayor que la obtenida por el 20% más pobre, y en sólo cinco años las diferencias económicas en Europa han aumentado, retrocediendo a los niveles de hace una década. En un país como Francia, y en el contexto de las elecciones presidenciales, “el principal desafío que existe es la inequidad y la fragmentación: hay que resolver quiénes son los afectados y cual es el significado político de los que están dentro y fuera”, apuntó el ponente francés Jean Claude Barbier.
También hizo referencia a dos aspectos del bienestar incluida en los programas electorales de los dos candidatos: la necesidad de una reforma laboral exitosa y del sistema de pensiones.
Se ha evidenciado que existen coincidencias en el diagnóstico y en el objetivo de sendas regiones de elevar el nivel de cohesión social en las respectivas sociedades a través de las políticas públicas, aunque los modelos sean múltiples. Además de la reivindicación del Estado como catalizador de desarrollo y garante de derechos humanos, también se reflexionó sobre la responsabilidad del sector privado y de la ciudadanía.
En palabras de Mario Marcel, asesor para la reforma de pensiones de Chile, “América Latina tiene que encontrar su propio régimen de bienestar, y combinar financiación de elementos públicos y privados porque es muy grande el salto que hay que dar”. Marcel también hizo referencia a lo que distingue el modelo europeo del latinoamericano: el clientelismo en el sector público; la procedencia de la explotación de los recursos naturales de buena parte de los recursos fiscales, y un mercado de trabajo con un elevado nivel de empleo informal.
La concertación regional es un elemento que puede favorecer la cohesión social. El método abierto de coordinación de las políticas sociales está contribuyendo a identificar y difundir las mejores prácticas y a impulsar las reformas para garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar a largo y muy largo plazo. Del mismo modo, las nuevas dinámicas de regionalización latinoamericanas pueden ayudar a los países individuales a afrontar los graves retos de cohesión social a los que se enfrenta la mayoría de ellos y a elegir las alternativas más eficientes y equitativas.
En la evolución de la construcción del Estado de Bienestar español, la aprobación reciente de las leyes de Dependencia, Igualdad, Migración o la reforma de pensiones han permitido seguir dando pasos hacia un modelo al que España llegó tardíamente. Entre los retos de cara al futuro se han señalado al envejecimiento de la población, los elevados niveles de vulnerabilidad y precariedad laboral, los cambios en los patrones familiares tradicionales y consecuentemente en la educación y cuidado de los hijos, y finalmente a la necesidad de pensar estas reformas en función del nuevo papel de las mujeres en nuestras sociedades.
Esta actividad se inscribe en el programa “Una nueva agenda para América Latina y el Caribe. Reformas que funcionan: lecciones para decisores políticos”, desarrollado por
Por su naturaleza, mandato y funciones