Precisamente con esta metáfora, la escuela de negocios ESCP Europe quiere mostrar a sus alumnos cómo llevar el timón de una compañía internacional. Sacándolos del aula para recrear en el mar la hostilidad del mundo empresarial, los organiza en una regata en aguas internacionales (mar Tirreno), que ya va por su VII edición.
La importancia de asumir responsabilidades, de trabajar en equipo o de saber relacionarse con diferentes culturas son algunos de los valores que los más de 500 participantes de 45 nacionalidades se llevan grabados con esta experiencia, donde se contabilizan hasta un centenar de embarcaciones, que harán las veces de empresas en un contexto donde la competencia es feroz.
Viento a favor y mar en calma
En este escenario náutico, donde el viento representa a los clientes y el mar es el mercado, cada embarcación debe poner en marcha una estrategia, que involucre y motive a todo el equipo para poder mirar al horizonte y lograr la posición de liderazgo.
Estando todos en el mismo barco, al igual que ocurre en las empresas, la relación entre el patrón y la tripulación está basada en una cadena de mando, con órdenes claras y concretas, donde cada movimiento y cada decisión debe estar coordinada para evitar que todo se vaya a pique. Ahora bien cada tripulante es autónomo y responsable de sus actos.
El ‘skipper’, el CEO de la embarcación
Así, de la misma forma que el CEO debe garantizar el buen rumbo de la empresa, el patrón (skipper) debe ser capaz de enderezar la embarcación si el viento se vuelve en contra. También debe conocer a la tripulación como un jefe a su equipo y, lo que es más importante, ser capaz de imbuir a la tripulación la cultura de la empresa para saber afrontar los momentos más difíciles.
El táctico o director de Estrategia
Del mismo modo, el táctico vendría a ser el Director de Estrategia, que debe conocer el mar como nadie para anticiparse a una posible tormenta y salvar con éxito todos los vaivenes del mercado. No valen planes estratégicos cerrados o inamovibles.
El navegador o director de Planificación
No menos importante es gestionar los recursos. En este caso, el Director de Planificación, que debe tener la capacidad de aumentar la productividad de la empresa, tiene mucho que ver con el navegador, que, a fin de cuentas, es quien sabe cuándo hacer que el barco navegue más rápido para lograr la mejor posición.
La tripulación o la plantilla
Lógicamente, la tripulación representa la fuerza laboral, esencial para que cualquier empresa navegue. Ejecutando las directrices de sus superiores y trasladándoles el pulso del mercado, hacen que las velas del barco tengan la posición correcta para que el viento les lleve hacia el horizonte.
El armador o el ‘máximo accionista’
Por último, no hay que olvidar que sin capital no hay empresa. Como si se tratara del presidente o del máximo accionista, el armador es quien arriesga su patrimonio para que la aventura pueda materializarse, pero también quien guardará el trofeo del vencedor de la regata, aunque no haya abandonado la tierra.
Una manera diferente de encontrar trabajo
Más allá de una competición deportiva, la regata es un laboratorio de pruebas para la formación de los futuros líderes empresariales. La elección del barco por parte de los alumnos no es baladí ya que se distribuye a los estudiantes en tripulaciones donde se encuentren directivos y mandos intermedios de compañías relacionadas con sus aspiraciones laborales lo que les permite hacer un perfecto networking más allá de las tradicionales entrevistas estándar.
Según el fundador de la Regata ESCP Europe, Flavio Nappi, “esta experiencia ayuda a enfrentarse al mundo laboral con otra actitud. Además, en el barco se comparten espacio y vivencias con antiguos alumnos que ya trabajan en el ámbito que al estudiante le interesa, por lo que podrá tener una oportunidad de ampliar su red de contactos, y quién sabe si algo mas…”
