jueves,18 agosto 2022
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Solo el 33% de los incluidos están empleados

Creciente exclusión del mercado laboral de los españoles que carecen de estudios superiores

Redacción
El impacto de la falta de formación en el mercado de trabajo español es cada día más dramático, y se suma al alto nivel de paro de los universitarios. La mitad de los 24,4 millones que carecen de educación superior está excluida del mercado de trabajo porque no se considera activa (ocupada o parada). Del reto, solo un tercio tiene empleo. Así lo revelan los datos del Instituto Nacional de estadística (INE), que también ofrece muy diversos niveles de ocupación por carreras universitarias.

La radiografía que ofrecen los datos del INE sobre los niveles de formación respecto al mercado de trabajo indica que de los 38,64 millones de españoles con más de 16 años, ya tienen estudios superiores 14,226,3 millones y los 24,4 millones de personas restantes solo tienen estudios básicos de primaria o secundaria en instituto, por lo que no han accedido ni a formación profesional ni a la universidad. Los poseedores de estudios terciarios alcanzan así el 36,8% de quienes superan la edad de acceso al trabajo, mientras que el 63.2 restante solo tiene estudios básicos.

No obstante, ese casi 37% con estudios superiores es ya más alto que el de la media de los restantes países de la Unión Europea, concretamente en cuatro puntos, tanto para las mujeres como para los hombres. Las españolas con estudios terciarios alcanzan ya el 44% de quienes superan los 16 años, mientras que la media de la UE anda por el 40%, según otros datos oficiales del INE consultados por Ibercampus. En cambio, los hombres españoles con estudios superiores son el 34% de los mayores de 16 años,  frente al 30% en la media de la UE.

 

Esta submuestra anual correspondienbte a la media del 2013 en la Encuesta de Población Activa (EPA) permite conocer el ‘sector de estudios’ en el que la persona, en su caso, se ha especializado y distinguir cuántos activos (ocupados y parados) hay en las distintas áreas de conocimiento como salud, humanidades, tecnología, etc. Y como puede observarse, considerando la población española de 16 y más años, el 63,18% tenía programas de formación básica, que se corresponden con las personas que solo han alcanzado como máximo la enseñanza secundaria obligatoria o aquellas que, con mayor nivel de estudios, no han seguido estudios superiores y solo cuentan con el bachillerato.

El resto de la población tenía alguna especialidad, destacando el sector de estudios de Enseñanza comercial y administración (7,94%), Mecánica, electrónica y otra formación técnica (6,05%) y la Salud (3,97%). En números absolutos, los poseedores de enseñanza comercial y administración ascienden en los citados datos medios del 2013 a casi 3, 07 millones de personas, los de mecánica, electrónica y otra formación a casi 2,34 millones y los de salud a 1,53 millones, siendo los titulados en formación de personal docente y ciencias de la educación casi 1,17 millones. 

El resto de estudios superiores no alcanzan la barrera del millón, destacando los de servicios personales con 680.600, los de humanidades con 611.800 y los de derecho con 591.300. Los de informática se quedan en 509.600 personas, seguidas muy de cerca por los de arquitectura y construcción con 468,5

Sin embargo, como se puede apreciar en el cuadro siguiente sólo el  50,05% de quienes tienen estudios básicos está incorporada al mercado de trabajo, bien como empleados el 33,79%, como parados el 32,48% o como desanimados o jubilados el resto.

Estos datos han sido obtenidos de entrevistas realizadas en apoximadamente 40.000 hogares, frente a los 60.000 que suelen participar en la muestra trimestral de la EPA, y como puede observarse ebn el cuadro la población de 16 y más años formada en protección del medio ambiente presentó unas tasas de actividad superiores al 95% en el año 2013. Las hombres especializados en este  sector alcanzaron una tasa de actividad del 96,51%. Las personas cuya especialidad es la Informática también presentaron tasas de actividad muy elevadas, por encima del 86%, al igual que las personas formadas en Ciencias de la vida. 

Tasas de actividad (empleo o paro) por nivel de formación durante el 2013  

Por su parte, las personas con programas de formación básica presentaron tasas de actividad inferiores al 51%. En el caso de las mujeres, estas tasas se situaron por debajo del 42%. Junto a estos, las tasas dfe actividad más bajas corresponden a servicios de seguridad (62%), servicios de transporte (63%). 

Entre el 73% del nivel de actividad de los formados en industria manufacturera y producción y el 79,8% de los de ciencias físicas, químicas y geológicas figuran los de artes (76%), desarrollo personal (78%) y matemáticas y estadística (79.4%).  

No obstante, tasas muy distintas a las anteriores de actividad (ocupación o paro) son las que corresponden a las personas empleadas. En 2013, las tasas de empleo superan el 75% en aquellas personas que se formaron en ciencias de la vida. Las que estudiaron Informática o Matemáticas y estadística tuvieron una tasa de empleo por encima del 74%.

Por el contrario, las personas con programas de formación básica alcanzaron poco más del 33% en la tasa de empleo, e igualmente como en el caso de la actividad les siguen con bajas tasas ahora de empleo los estudios de servicios de transporte (52%), servicio de seguridad (53%) y arquitectura y construcción (56,8%). Los restantes superan ya eñl 59% de tasas de ocupación, como puede verse en el cuadro de arriba.

Por último, en cuanto al desempleo, las tasas de paro más elevadas se registraron en 2013 entre las personas que siguieron programas de formación básica (32,48%). En cambio, las tasas de paro más bajas se dieron entre las personas formadas en Matemáticas y estadística (6,81%) y en Ciencias de la vida (12,40%).

 

Una de las novedades introducidas en los cambios metodológicos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en 2005 fue la utilización de una submuestra de la Encuesta, distribuida a lo largo de todo el año, con el fin de proporcionar información sobre variables de carácter estructural en media anual. Este sistema de encuesta extendida a una submuestra para cubrir una serie de variables adicionales a las investigadas cada trimestre, se denomina sistema de submuestra y las variables adicionales estructurales obtenidas, variables de submuestra.

La posibilidad de implantación de un sistema de este tipo se contempla en el Reglamento del Consejo y Parlamento Europeo nº 2257/2003 y en el Reglamento de la Comisión Europea nº 430/2005. Su finalidad es disminuir la carga de respuesta de la EPA, que no había hecho sino crecer ininterrumpidamente con cada uno de sus cambios etodológicos. La submuestra utilizada es la de hogares que terminan su colaboración en la EPA en cada trimestre del año, es decir, los que están en sexta entrevista.

 


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