Entre todas las posibilidades que se le presentan a un recién licenciado para planear su salida al mundo laboral provisto de las mejores armas posibles, quizás la opción de realizar un doctorado es la menos popular de todas. Esto puede deberse
a que, aunque uno trabaje muy duro para especializarse en un determinado ámbito del saber y realice un trabajo de investigación -tesis doctoral- que sea novedoso y que represente una contribución, aunque sea modesta, al conocimiento humano, no significa que vaya a conseguir un buen empleo.
Lo que mueve a los estudiantes que eligen este camino no es el anhelo por conseguir el mejor de los trabajos, con su correspondiente salario, sino que es la vocación y la ambición intelectual lo que les hace desear convertirse en investigadores o docentes adscritos a la universidad, una salida laboral que no todos los estudiantes se plantean durante su etapa universitaria.
El año pasado se leyeron 7.000 tesis doctorales en España, 1.000 de las cuales pertenecían a alumnos de
El número de personas matriculadas en programas de doctorado en esta universidad durante el curso 2006-2007 fue de 9.654, pero atendiendo a las estadísticas puede que algunos de ellos se queden en el camino sin haber dado forma a su tesis. "Son muchos los alumnos que se plantean la posibilidad de realizar un doctorado en el futuro, luego son menos los que se matriculan y menos todavía los que finalmente lo terminan", comenta Manuel Rodríguez, vicerrector de Doctorado de la UCM (en este artículo publicado en El Economista). "La media de tiempo en la que se suelen terminar los doctorados está entre los cuatro o cinco años. Muchos de los alumnos comienzan la formación pero lo dejan cuando les sale un trabajo. Otros compaginan trabajo y doctorado aunque les lleve más años presentar su tesis, es cuestión de tener claras las prioridades", señala el vicerrector.
Se avecinan cambios
Los programas de doctorado de esta universidad están en proceso de cambio debido a las reformas que establece la LOU en los estudios de grado y posgrado. "Estos programas tal y como los hemos conocido hasta ahora se están extinguiendo. Según esta ley, la fase inicial de formación de los doctorados se sustituirá por un máster oficial que dará paso a un segundo año de formación voluntaria a imagen y semejanza de los estudios de doctorado que existen en la actualidad”, actualidad", asegura Jesús García Madaríaga, profesor y coordinador del programa de doctorado de Marketing de
"Esta es una manera para integrarse dentro de la convergencia europea, pero esta ley supone que muchos programas de doctorado como el mío pueden acabar desapareciendo, por lo que hasta que esta normativa se implante estamos esperando a ver qué ocurre, y esto va en detrimento de los programas", confiesa Madariaga, que también imparte clases en la licenciatura de Administración y Dirección de Empresas (ADE )de la UCM.
En cuanto a cuáles son las diferencias entre enseñar en una licenciatura y un doctorado él lo tiene muy claro: "En el doctorado el número de alumnos es menor, hay asignaturas que pueden tener tres alumnos y otras que pueden tener diez, todo depende de los alumnos, que son los que eligen sus cursos. Además, la base sobre la que se va a construir el conocimiento es diferente, ya que muchos de estos alumnos son profesionales, es decir, tienen un bagaje profesional a sus espaldas y varios años de recorrido, por lo que entienden muchos conceptos y muchas situaciones que un alumno de licenciatura no entiende. En definitiva, a éstos últimos hay que llegarles de manera diferente".
Fuente: El Economista