jueves,18 agosto 2022
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De startups, unicornios y empresas elefante, gacelas o ratones

Futurolandia
La noticia de que Apple, una antigua startup de éxito convertida en unicornio y gigante tecnológico, ha alcanzado el trillón de dólares, merece algunos comentarios para su correcta interpretación ¿Cómo se calcula ese trillón? ¿Cuál es la diferencia con otros unicornios o gigantes tecnológicos? ¿Conoces el significado del zoo de clasificación empresarial en elefantes, unicornios, cisnes negros, gacelas, ratones y cucarachas?

Empecemos con el trillón de dólares. Para muchos es ya conocido que en el cómputo de EEUU, un billón equivale a 1.000 millones y no a un millón de millones como en Europa. Similarmente, un trillón corresponde a 1.000 billones, es decir a un millón de millones europeos, a un billón.

Si además queremos comparar con otras magnitudes en euros, tendremos que aplicar el tipo de cambio (alrededor de 0,86 euros por dólar). El trillón americano de dólares (billón europeo) queda reducido así a unos 860.000 millones de euros.

La comparativa inmediata es con el PIB de España, que se sitúa en el orden de 1,2 billones de euros (1.164.000 millones en 2017). Luego el trillón americano de Apple en dólares equivale, aproximadamente,  a cerca de 3/4 partes de nuestro PIB.

Pero, ¿cómo se ha calculado ese trillón (americano) de dólares? Conceptualmente es el resultado de la capitalización bursátil de Apple: a inicios de agosto, 4.830 millones de acciones  a unos 207$ por acción a la cotización del día. Naturalmente la cifra cambia en cada momento, en particular por las subidas y bajadas habituales de los mercados de valores.

Comparar un flujo (PIB del año) con un stock de capital acumulado, no tiene mucho sentido. El flujo de ingresos de Appel se sitúa en unos 200.000 millones anuales de dólares (53.000 millones $ es la cifra del segundo trimestre del año), que supone del orden del 17% del PIB de España.

Una comparativa más inmediata es con la capitalización de otros gigantes tecnológicos norteamericanos. En grandes cifras y referidas a inicios del mes de agosto, el trillón americano de dólares superaba entre un  12 y un 22% a los valores de sus inmediatos seguidores: Amazon, Alphabet/Google y Microsoft.

Junto con Facebook forman el grupo conocido como FAANG de las grandes empresas tecnológicas de EEUU que suponen más de la mitad de los rendimientos del mercado de valores S&P. Recientemente La revista The Economist (FATWIN y MAGA. The era of the FAANGs may be over, 4/8/18) ha propuesto separar este conglomerado de gigantes tecnológicos en dos grandes grupos. uno de más orientados al al consumidor, con Facebook, Twitter y Netflix (FATWIN) y otro que va orientándose hacia el cloud  computing y servicios de IA para empresas, con Microsoft, Amazon, Google y Apple (MAGA).

Pero volviendo a centrarnos en Apple, la evolución de su capital nos proporciona una perspectiva interesante. Como startup tecnológica se funda en 1978 ¡hace ya 40 años! con una aportación inicial de 250.000$. En 1980 pasa a cotizar en Wall Street con un valor de capitalización de unos 100 millones $ (4,6 millones de títulos a un  precio inicial de 22$) y en 2007 ya superaba los 100.oo0 millones. Cinco años más tarde, a inicios de 2012, ese valor seria de unos 500.000 millones. Con altibajos alcanza los 800.000 a finales de 2017, los 900.000 hace un año y supera el billón (trillón americano) en la actualidad.

Una empresa de rápido crecimiento y base tecnológica (startup), con financiación externa (principalmente capital-riesgo) y valoración superior a los 1.000 millones de dólares, se la suele calificar deunicornio. La propuesta inicial es de un promotor de fondos de riesgo, Aileen Lean, en 2013, como referencia a ese fantástico pero verosímil animal, aplicada a empresas de éxito casi inconcebible.

Posteriormente se ha ido afinando el perfil para excluir a previos unicornios que han pasado a un estadio superior a través de una IPO (Inicial  Public Offering; OPV) o de M&A (Mergers&Acquisitions; Fusiones y Adquisiciones). Por tanto, el crecimiento de Apple fue tan rápido que en pocos años pasó de startup a unicornio y , de inmediato, a gigante tecnológico.

Si acudimos a las listas internacionales, permanentemente actualizadas, de startups convertidas en unicornios (The Wall Street Journal, Fortune, CNN Money, CB Insights, PitchBook) podemos encontrar cientos de empresas unicornio y su valoración.

PitchBook, una sociedad de capital-riesgo, presenta una relación de más de 300 unicornios nacidos en los últimos 14 años. Según estos datos, en 2017 se han incorporado 57 nuevas empresas: 32 de EEUU, 18 de China, 1 de India y 1 de Indonesia. La lista la encabeza la china Toutiao (20.000 millones $ de valoración) especializada en algoritmos y con una base de usuarios de 120 millones. Según Techstartup, en 2016 Uber estaba en segundo lugar, con 63.000 millones $ de valoración.

Deloitte University ha propuesto ampliar el grupo de esas empresas tecnológicas de rápido crecimiento, añadiendo  a los unicornios las empresas exponenciales (que utilizan la abundancia de recursos proporcionada por las tecnologías de alto crecimiento) y los cisnes negros (instituciones rupturistas, inesperadas, que repentinamente aparecen con gran impacto).

Pero ya que estamos en el círculo de los unicornios y vecinos, puede resultar interesante hacer un breve repaso del zoo que va componiendo la manada de empresas, para clasificarlas mas allá del tradicional tamaño de empresas (grandes, medianas, PYMEs y microempresas). Fijándonos en otras características, propias de estos tiempos de rápido cambio tecnológico,  podemos vislumbrar empresas elefante, gacela, ratón o cucaracha, aparte ya de unicornio y cisne negro.

Hace ya 4o años un profesor del MIT, David Birch, (The job generation process, 1979) propuso clasificar a algunas empresas como elefante, gacela o ratón. Adaptado a las nuevas circunstancias del cambio tecnológico, aún puede ser útil esta diferenciación (https://blogbankia.es/es/blog/animales-empresariales-que-son-las-empresas-elefante-gacela-y-raton.html ).

Las empresas elefante son grandes empresas, cotizan en bolsa, tienen organigramas complejos, poseen recursos, pero son lentas de movimiento y comparten una cultura conservadora de gestión y adaptación al cambio.

Las empresas gacela se caracterizan, según una mayoría de analistas, por ser jóvenes (menos de 5 años de vida), tener un tamaño medio (al menos 10 empleados y 500.00o euros de cifra de negocio) y ser rápidas de movimiento (más de 20% de crecimiento durante tres años consecutivos o, alternativamente, entre 10 y 25% continuado, con impacto en generación de nuevo empleo).

Según un estudio de la Universidad de Sevilla apoyado por la Fundación COTEC ( http://cotec.es/informe-empresas-gacela) en España se han localizado unas 3.600 empresas con características de este tipo que, entre 2010 y 2015, generaron 145.000 nuevos puestos de trabajo (42% del empleo total generado).

En un periodo de 25 años (1990-2014) pueden calificarse de gacelas, según este estudio, un 6,3% de las empresas españolas con más de 10 empleados y con una probabilidad de supervivencia por encima de la media (83% frente al 76%).

La clasificación como empresa ratón se centra en una Pyme de menos de 100 empleados, con capacidad prácticamente nula de nueva creación de empleo, que aspira sólo a sobrevivir y se adapta destruyendo empleo en épocas turbulentas.

Por último, nos referiremos a las empresas cucarachas, reivindicadas por  Caterina Fake, cofundadora de Flickr (The Age of the Cockroach) como startups caracterizadas por su caminar lento y silencioso, pero mantenido. Sentencia Emprendedores (http://www.emprendedores.es/crear-un-empresa/unicornio-startup-cucaracha) que el éxito corresponderá a las empresas con equipos talentosos y leales, capaces de reaccionar con rapidez, con menores costes ni tanta necesidad de dinero. La Edad de los unicornios está terminando, pero la Edad de las cucarachas está comenzando…  Ese es el animal que debería inspirarnos: no el mítico unicornio, sino la cucaracha -tenaz, resiliente, rápida y adaptable. Capaz de resistir al invierno nuclear y aún así multiplicarse y crecer en ausencia de apenas alimento.

Como puede verse, de gigantes tecnológicos, elefantes, unicornios y cisnes negros a gacelas, ratones y cucarachas, la fauna empresarial es muy diversa. Caben diferentes tamaños, estrategias y estilos organizativos. Pero, en todo caso, la supervivencia y el éxito exigen adaptarse al cambio.

Antonio Pulido http://www.twitter.com/@PsrA

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