viernes,19 agosto 2022
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Dejad en paz a las ONG

El Envés
Las ONG independientes, no las domesticadas por los poderes públicos o por intereses privados, están en el punto de mira de las oligarquías financieras. Cuando los bancos se ocupan de los pobres y las transnacionales financian programas de ONG, mediante escandalosas campañas publicitarias, hay que echarse a temblar.

 Como sucede con campañas humanitarias financiadas por productores de tabaco, de alcohol o de productos contaminantes y cancerígenos. ¿Por qué los grandes no dejan en paz a las ONG? ¿Por qué las empresas no mejoran sus condiciones laborales, sus pensiones, la calidad de sus productos, el pago justo por las materias primas que arrancan del expoliado sur? ¿Por qué pretenden algunos Gobiernos beneficiar a las grandes ONG y financiar fusiones? ¿Por qué nos quieren hacer grandes si lo pequeño es hermoso?

Las ONG no son el servicio posventa de las fábricas de armas, para apagar los fuegos que provocan con sus criminales negocios. Ni tampoco la pantalla de relaciones públicas con la que los gobiernos pretenden lavar su imagen financiando interesados "proyectos de desarrollo" en países cuyas economías esquilman con inversiones que los despojan de futuro. Que la justicia presida sus transacciones comerciales, sus inversiones y la utilización de su mano de obra en las sucursales que proliferan en los países empobrecidos para aprovecharse de su falta de reglamentación social.

Se necesitan muchas más ONG que acudan como la sangre a los labios de las heridas, para aliviar y cicatrizar. Es falaz y torticera la afirmación de que hay demasiadas ONG. ¿También sobran los voluntarios? Mientras las ONG se autofinancien con recursos propios, aportados por sus asociados, serán necesarias en la medida en que haya estructuras de injusticia. Las que no puedan ser autónomas deben desaparecer, si sobreviven con la financiación oficial de sus proyectos se prostituirán. La verdadera libertad se apoya en la autonomía y en la solidaridad, no en la beneficencia ni en la enajenación de sí mismo y de la capacidad de crítica para aportar propuestas imaginativas.

Hay Coordinadoras de ONG que se han creado necesidades y aceptaron financiaciones envenenadas de organismos internacionales. Las auténticas ONG están en el tejido social y se miden por sus servicios, no por su poder. Les debe mover la pasión de la justicia. Seamos coherentes. Su grandeza estriba en saberse responsables solidarios y no en ir a la cabeza de algaradas. Como se acercan vientos de descrédito, es preciso organizar la resistencia para hacer realidad nuestra esperanza.

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