Yo soy amigo de una víctima de cancelación de vuelo en Iberia como consecuencia del fallecimiento de un familiar, y sufrí lo indecible por parte de la compañía, que me hizo perder horas y horas en llamadas innecesarias y por tanto inútiles para cambiar la fecha del vuelo sin sufrir penalizaciones económicas. Iberia, además de hacerme perder todo ese tiempo de trabajo y de atención a la familia en esos momentos tan difíciles, me obligó a pagar una penalización. Y luego a volver a perder más horas en llamadas y comunicaciones también inútiles, obviamente todo ello abusando de su posición de poder para forzarme a desistir.
Por tanto, bIenvenido fue el anuncio de acciones legales del Gobierno contra esas 17 aerolíneas, por eludir información a los clientes sobre el derecho al reembolso en efectivo de los billetes de vuelos cancelados. La respuesta de Iberia diciendo que se ha mostrado “perpleja” ante la decisión del Ministerio de Consumo de llevar a cabo una acción judicial de cesación contra el ramillete de compañías aéreas, entre las que se encuentra la citada Iberia y su filial Iberia Express, si que deberíamos considerarla los consumidores otro intento de dañar sobrevenidamente nuestra reputación, no la suya, pues debería carecer de la misma y utiliza nuestro dinero no devuelto y hasta el recibido en ayudas del Gobierno en forma de créditos ICO o ERTEs para hacer publicidad de la aerolínea.
Todo lo demás son monsergas, cuando no intentos de confundir o engañar al público, o puramente falsedades. Dice la prensa comprada por sus anuncios o por sus expectativas que la mayor aerolínea española dice haber actuado en estrecha coordinación con el propio Estado, a través de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), y asegura haber atendido a los viajeros dentro de los márgenes que marca la normativa europea. “Iberia e Iberia Express hemos informado correctamente a los clientes afectados por las cancelaciones de vuelos acerca de sus derechos en esos casos, incluyendo el derecho a obtener el reembolso del importe de sus billetes”.
Para informar seriamente de lo sucedido la prensa debería preguntar a las decenas o centenares de miles de consumidores y usuarios perjudicados. En de ello, se limita a recoger la versión de Iberia cargando contra el Ministerio de Consumo. Viene a decir Iberia, a través de un comunicado, que no era el momento ni la forma: "Son serias acusaciones precisamente cuando llevamos meses dando ejemplo de compromiso con el país, la sociedad, los clientes y nuestros propios empleados, en el peor escenario al que nos hemos enfrentado nunca”. Ja, ja, ja, ja.
Lo que han hecho realmente con los hechos incluidos en las demandas, reclamaciones o denuncias desatendidas es robar, y ya era hora de que un Ministerio como el que dirige Alberto Garzón decidiera acudidir a la justicia para frenar la supuesta práctica desleal de Air Europa, Air France, Binter Canarias, EasyJet, Eurowings, Iberia, Jet 2, KLM, Latam Airlines, Lufthansa, Ryanair, SAS, Transavia, TUI, United Airlines, Volotea y Wizzair.
Es sabido que, gracias al dinero acumulado con trampas como las citada Iberia dispone de más de 1,72 millones de seguidores en redes sociales, donde cuenta con perfiles en Facebook y Twitter en español, inglés, francés, italiano, alemán y portugués, y también está presente en Youtube, Google Plus, Tuenti, Instagram, Pinterest, Flickr y LinkedIN. La propia aerolínea ha recordado que es una de las empresas españolas "más activas en redes sociales y una de las compañías aéreas mejor valoradas en el entorno digital español", tal y como acreditan las principales agencias de reputación online, entre ellas TREI y SocialBakers.