Por el momento el dispositivo está en
inglés, mandarín, francés y español, según se
apunta en la página, en donde añaden que están trabajando en diferentes voces, para que cada dueño escoja la que más le vaya a su can.
Este proyecto ha sido financiado por los propios inventores que, animan a sus posibles compradores a adquirir su producto, "que poría no ser perfecto", para "mostrar su
apoyo a la investigación" que pueda llegar en el futuro y que, a su juicio, "
romperá las barreras del idioma entre los animales y los seres humanos".