El director del grupo ilicitano de investigación de Inmuno-Alergia y Medicina Clínica, Javier Fernández Sánchez, ha explicado a Efe que en la vacuna para la «Polistes dominulus», también llamada avispa de piscina o de papelera (por la forma de sus nidos), también ha participado el laboratorio español ALK-Abello, aunque hay otros que también están interesados en la comercialización.
Según el científico, desarrollar una vacuna específica de la avispa de piscina, la más habitual en la costa española, era vital dado que el veneno para la inmunización que existe en hospitales y centros de salud es de la avispa americana.
De este modo, la eficacia de la nueva vacuna es «mucho mayor» en aquellas personas que han sufrido una picadura y sean alérgicas.
El profesor de la UMH trabaja con el servicio de Alergias del hospital de Málaga desde hace más de 15 años, especialmente en las reacciones por venenos de avispas.
Fernández ha indicado que, en muchas ocasiones, ni los médicos de los servicios de urgencia conocen la existencia de este veneno para vacunación, que podría evitar muchas complicaciones e, incluso en algunos casos, la muerte.
Ahora, el grupo de Inmuno-Alergia de la UMH pretende desarrollar un estudio a fondo de la población que está más expuesta a sufrir estas picaduras, como pueden ser los bomberos o los trabajadores del campo.
Paralelamente, la investigación busca evaluar los cambios en pacientes que hayan sufrido más de una picadura en su vida.