Según publica hoy el periódico colombiano La Plata, Ecuador y Colombia iniciaron ayer en Quito un estudio científico y técnico para determinar los posibles daños que causan en territorio ecuatoriano las fumigaciones aéreas antidrogas colombianas, con el potente herbicida glifosato.
Según el gobierno ecuatoriano, el glifosato y otros químicos usados en la fumigación, al ser esparcidos por aviones cerca de la divisoria, son arrastrados por el viento a zonas ecuatorianas, causando daños ambientales y enfermedades a los habitantes del área.
Para Alberto Gómez, que preside la delegación colombiana, el encuentro tiene como objetivo analizar la posición de cada una de las partes sobre el tema de las aspersiones aéreas.
Mientras Quito considera que el glifosato causa "graves daños" a la salud y al ambiente en sus poblaciones fronterizas, Bogotá asegura que el herbicida es inocuo y que las fumigaciones son necesarias para combatir las plantaciones ilegales de coca.
El vicecanciller ecuatoriano, Rafael Paredes, que inauguró la reunión, dijo que "no son desconocidas las difíciles circunstancias por las que han tenido que pasar la población ecuatoriana de la frontera", a raíz de las fumigaciones.
Paredes instó a Colombia a que se someta a un "principio de precaución" del derecho internacional que, dijo, "obliga a que se suspendan, de modo indefinido, las aspersiones aéreas", mientras no haya un estudio científico que garantice su uso o lo vete.
Entre notas de protesta
La canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, destacó el avance que supone para su país el encuentro de la comisión mixta, aunque admitió que "no ha sido fácil llegar a un acuerdo con Colombia sobre la forma de operación" de dicho grupo.
La titular de Exteriores también reconoció que la relación entre ambos países en los últimos dos años ha estado matizada por "un largo intercambio de notas de protesta y de respuestas" por los frecuentes incidentes ocurridos en la zona fronteriza.
Además del tema del glifosato, Ecuador se ha quejado por incidentes militares en la frontera, que han causado la muerte de varios ecuatorianos, señaló Espinosa.
"Creo que es momento de que las notas de protesta sean reemplazadas por acciones concretas, por un reconocimiento efectivo de Colombia, no sólo por el tema de las aspersiones, sino por el tema de la exportación de su conflicto interno al Ecuador", apuntó.
Recordó que el último incidente se produjo por la presunta incursión de militares colombianos en territorio ecuatoriano el pasado 22 de marzo, en la que murieron dos presuntos guerrilleros de las Farc.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, insistió ayer en una entrevista que no tolerará "ningún otro abuso del Gobierno de Colombia", tras señalar que "las instancias bilaterales están agotadas" y que, de producirse nuevos conflictos, recurrirá a "instancias multilaterales".
