El Instituto Nacional de estadística (INE) anunció este viernes en una nota que la tasa anual del IPC cayó en agosto al 0,4%, cinco décimas menos que en julio. Esto parece reflejar tanto los beneficios del abaratamiento del petróleo y las materias primas, como la menor actividad económica avanzada por el nuevo aumento del paro y la caída de las bolsas.
La tasa de variación anual del IPC en el mes de agosto es del –0,4%, cinco décimas por debajo de la registrada el mes anterior. Así, ola tasa anual de la inflación subyacente (sin contar energía ni precios agrarios, sus componentes más erráticos) disminuye una décima, hasta el 0,7%, cuya evolución durante el último año parecía seguir el curso de la recuperación de la actividad económica general, frenada en agosto a la vista de lo que avanzaron los nuevos incrementos del paro, que afectaron especialmente también a la educación. La variación mensual del índice general es del –0,3%, mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el –0,5%, con lo disminuye cinco décimas respecto al mes de julio
Sin embargo, este comportamiento favorable de la actividad económica y del IPC desde finales del 2012, cuando empezaron a notarse los efectos de los cambios en la polítina monetaria y fiscal europea (desde entonces, una más expansiva y la otra menos restrictiva ante la actividad económica), han tenido principalmente una excepción en estos tres últimos años de suavización por ello de la crisis económica: los precios de la educación, la sanidad y el transporte público; es decir, tres de los sectores económicos más afectados por los recortes de gasto público presupuestario.
Mientras el IPC general acumula desde el 2011 una subida de solo el 3,4%, moderación inusitada en las últimas décadas, los costes de educación, sanidad y transporte han subido entre tres y seis veces más.
Toidavía en agosto último, la subida acumulada por la educación universitaria estos tres años se mantenía en el 32, 2% de los últimos meses, aunque como informó Ibercampus Madrid y Cataluña alcanzaban casi el 52% y 35%,respectivamente, lógico efecto de los incrementos de tasas universitarias y reducción de becas, principalmente.
Los anuncios en el sentido de moderar esos recortes de servicios públicos para evitar su impacto político ante las pasadas elecciones autonómicas y las próximas generales, apenas han podido impedir su menor carestía. Así lo refleja el siguiente cuadro, que muestra incluso una subida en agosto del transporte público interurbano hasta acumular el 16,3%, tasa cinco décimas superior a la que ssumaba en julio y que así supera al 16,1% de carestía del transporte público urbano en los tres últimos años.
En cambio, sí se observa en el IPC de agosto una leve inflexión a la baja del precio de otro de los productos afectados por los recortes de los últimos años, los medicamente y material terapéutico, cuyo acumulado es ahora del 20% en lugar del 20,2% registrado hasta el pasado mes de julio.
Más moderación, aunque igualmente se resisten a bajar, han tenido los precios del esparcimiento, la educacion infantil y primaria y la educación universitaria, que no obstasnte acumulan una carestía del 7,2% en agosto, el doble que la del IPC general.
Los precios medios de todos estos servicios donde hay mayor presencia del gasto y la actividad pública, lo que se refleja en los presupuestos de las comunidades autónomas, donde la sanidad y la educación representan entre la mitad y las dos terceras partes del total del gasto público, han acentuado las diferencias de subidas en el IPC general y en el IPC de la enseñanza por autonomías.
A la cabeza de las subidas acumuladas desde el 2011 en los precios medios de la enseñanza sigue situada Cataluña, donde en agosto se ha mantenido como en julio una carestía del 20,1%, seguida por Madrid con el 19,7%.
Sin embargo, todavía se ha incrementado esa carestía acumulada en tres de las autonomías que registraban mayor moderación, como refleja el siguiente cuadro: Cantabria, Paçis Vasco y Galicia. Por el contrario, se ha moderado ligeramente en Castilla y León, donde todavía suma una subida de 18,4% y Canarias, con el 15,3%.
Nota del INE
Según la información del INE sobre el IPC de agosto, la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de agosto es del –0,4%, cinco décimas por debajo de la registrada el mes anterior. Los grupos con mayor influencia en esta bajada son:
Transporte, que disminuye su tasa casi dos puntos hasta el –5,4% debido, en su mayoría, a la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, mayor este mes que en agosto de 2014.
Vivienda, cuya variación se sitúa en el –1,9%, casi dos puntos por debajo de la del mes anterior a causa, principalmente, del descenso de los precios de la electricidad, frente a la subida registrada el pasado año. Cabe reseñar también en este grupo, aunque en menor medida, la bajada de los precios del gasóleo para calefacción, mayor que la del año pasado.
A pesar del descenso de la tasa anual del IPC general, destaca también la subida de la tasa del grupo Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación del 1,9%, cinco décimas más que en julio. Destaca en esta evolución el aumento de los precios de las legumbres y hortalizas frescas y, en menor medida, de los aceites, que bajaron en 2014.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye una décima, hasta el 0,7%, y se sitúa más de un punto por encima de la del IPC general.
La tasa anual del IPC disminuye en todas las comunidades. El mayor descenso se registra en Cantabria, que sitúa su tasa en el –0,8%, siete décimas por debajo de la del mes pasado. Por su parte, Canarias es la comunidad que menos desciende su tasa anual, situándola en el –0,5%, dos décimas menos que la registrada en julio.
Evolución mensual
En agosto la tasa de variación mensual del IPC general es del –0,3%. Entre los grupos con repercusión negativa en el índice general, destacan:
Transporte, cuya variación del –2,3%, que repercute –0,364, refleja la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, pero que como se ha dicho no ha tenido un impacto del mismo signo en las diversas modalidades del transporte, con alzas en parte del público.
Vivienda, con una tasa del –1,3% y una repercusión de –0,164, debidas a la bajada de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para calefacción y del gas.
Vestido y calzado, con una tasa del –1,3%, que recoge el comportamiento de los precios en el último mes de rebajas y repercute –0,083 en el IPC general. Por su parte, los grupos con mayor repercusión positiva en el índice general son:
Alimentos y bebidas no alcohólicas, que registra una variación del 0,7% y una repercusión de 0,135, a consecuencia del aumento de los precios de las frutas frescas, las legumbres y hortalizas frescas, el pescado fresco y los aceites.
Hoteles, cafés y restaurantes, con una variación del 0,8%, debida en su mayoría a la subida de los precios de los hoteles y otros alojamientos. La repercusión de este grupo en el IPC es de 0,095.
Ocio y cultura, cuya tasa del 0,8%, que repercute 0,054, refleja el incremento de los precios del viaje organizado
