Con el nuevo modelo que este año se ha puesto en funcionamiento los jóvenes se examinaban de dos asignaturas menos y podían elegir modalidad. Además, tenían posibilidad de presentarse a subir nota, como ha hecho el 95,4% de los alumnos. El nuevo sistema tiene en cuenta las dos calificaciones más altas de los ejercicios voluntarios, que pueden sumar uno o dos puntos a la nota, según considere la universidad de destino. Por lo que no es de extrañar que las calificaciones hayan sido muy buenas.
En este sentido, surgen voces críticas como la del sindicato de profesores ANPE, que según publica ABC reclaman una verdadera prueba que evalúe los conocimientos reales de los alumnos.
Pero los hay que no se han conformado con el aprobado y han obtenido un 13,95. Este es el caso de Álvaro Vadillo, un joven madrileño que a punto ha estado de sacar el máximo posible ese año, un 14.