La célebre obra ‘El diario de Ana Frank’ ha pasado a ser de dominio público este 1 de enero de 2016, tras haberse cumplido 70 años desde la muerte de la heroica joven holandesa a la edad de 15 años en el campo de concentración de Bergen-Belsen en 1945 en manos de los soldados nazis.
Su historia de resistencia al nazismo ha conmovido al mundo durante generaciones, y ha servido de ejemplo de como unas familias judías se las ingeniaban para intentar seguir con vida ante el acoso de las fuerzas de Hitler.
Ahora, la famosa obra literaria dejó de tener derechos de exclusividad desde el 1 de enero del 2016 y fue subido a Internet por un académico y una integrante del Parlamento de Francia. El Fondo Ana Frank, que lo administraba, asegura que cuenta con los derechos legales del libro.
El Fondo Ana Frank informa que el libro es una obra póstuma, y que el derecho de autor se extiende a 50 años después de la fecha de publicación, y que la historia derivada de 1986, publicada por el Instituto Estatal Holandés de Documentación de Guerra (NIOD), sigue resguardada bajo los derechos de autor al menos hasta 2037.
Se calcula que más de 30 millones de libros se han vendido desde su primera edición.
Cuando Otto Frank se muda a Basilea, en 1952, se lleva consigo el legado de su hija Ana. En esa ciudad establece un fondo especial –el Fondo Ana Frank– para gestionar los derechos de reproducción (copyright) de sus textos.
Tras la muerte de Otto, acaecida en 1980, por petición expresa suya todos los escritos de su hija se transfieren al Estado holandés, que a su vez encomienda al Instituto nacional de documentación de guerra (a la sazón RIOD, hoy NIOD), de Ámsterdam, la gestión de este patrimonio.
Para poner fin de forma definitiva a las calumnias según las cuales el diario de Ana sería una falsificación, en la primera mitad de la década de los ochenta el NIOD elaboró una edición científica de los escritos de Ana. Todos sus textos fueron sometidos a toda clase de minuciosos estudios.
