. "Hubo tres momentos en que de manera más o menos explícita se me sugirió pedir la ayuda financiera, y en los tres dije no", señaló. Según explicó, se negó porque la ayuda llevaba implícita "una condicionalidad que habría sido muy negativa" y que salir de la crisis llevará años pero con un rescate "llevaría lustros".
Asimismo, Zapatero reconoció que fue un "error de apreciación la tardía utilización de la palabra crisis", e insistió en que fue un fallo de "apreciación" en el que no hubo "ni engaño ni ocultación" a los ciudadanos. El expresidente defendió las medidas que adoptó en mayo de 2010, unas decisiones que no le iban a dar "réditos electorales pero que eran fundamentales para España". También justificó que no dimitiera ya que "convocar elecciones podría ser un riesgo serio para la estabilidad económica" del país.
El exjefe del Ejecutivo evitó polemizar con el que fuera su vicepresidente económico, Pedro Solbes, el cual asegura en un libro que avisó de la crisis a Zapatero en un informe que no fue tenido en cuenta. Cada uno tiene "una memora de las cosas", señaló Zapatero. Sobre Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que "nadie duda de sus cualidades políticas". "Estoy siempre a lo que él marque como iniciativa política".