David Jiménez cuenta en “El Director” lo vivido durante el año que ejerció como tal en el que llegó a ser el segundo diario general más leído de España. Además de las restricciones políticas a que se refiere, describe la retirada o no publicación de noticias sobre grandes empresas y empresarios de El Corte Inglés, Banco Santander, Caixabank, Telefónica, etc, que además de anunciantes siguen siendo accionistas influyentes en los grandes medios . "Moncloa forzaba el despido de periodistas incómodos, utilizaba la publicidad institucional para castigar a los desobedientes y controlaba las tertulias políticas en radios y televisión", dice.
Las caras de los tertulianos han cambiado mucho en los nueve meses desde que se produjo el cambio de Gobierno del PP al PSOE, en el sentido de que ahora aparecen en los medios públicos más periodistas progresistas y menos conservadores. Pero para presentar conclusiones como las de Jiménez habrá que esperar a conocer los efectos de la publicidad institucional en los medios privados, que también cambiaron algo en la misma dirección gubernamental, empezando por El País. Los 62,85 millones de euros de la campaña institucional para 2019 fueron aprobados en enero con cargo a la Prórroga de los Presupuestos estatales. Pero uno de los cambios en la web de Moncloa fue suprimir la única información no gubernamental que quedaba: los resúmenes de prensa impresa nacional que se realizan con dinero público, al igual que hizo el gobierno de zapatero con los resúmenes de prensa internacional cuando la crisis económica cambiaba la imagen de España en ellos, sin que Rajoy ni luego Sanchez volvieran a hacer públicos esos dossieres que se siguen realizando con dinero público.
David Jiménez, como director del periódico de Unidad Editorial, propietario también de Expansion, cuenta entre otras muchas reuniones la mantenida con "uno de los grandes filtradores dentro del hampa policial", el excomisario José Manuel Villarejo: "Dos de nuestros reporteros me contaron que había sido, desde hacía al menos dos décadas, una de las principales fuentes de El Mundo y facilitador de la mayor parte de nuestras exclusivas".
Igualmente, dice que en su encuentro privado con el Rey, Felipe VI le dijo que "esto es una democracia y, si algún día una mayoría no me quiere, no tendré problema ninguno en marcharme y dedicarme a otra cosa". Pero reconoce que El Mundo decidió no publicar los mensajes de los reyes a Javier López Madrid. casado con la hija del mayor accionista de la constructora OHL, porque no sabía hasta qué punto estos sms "violaban" la intimidad de Felipe y Letizia y temía que procedieran de las Cloacas del Estado. Días después, vieron la luz en eldiario.es y el exdirector relata que recibió una llamada del monarca para disculparse y asegurarle que los mensajes eran "inapropiados". También cuenta que en esa misma llamada, la propia reina habló con él para disculparse por llamar "mierda" en esos mensajes al suplemento La Otra Crónica (LOC) y que no era su "intención".
El exdirector reconoce que existían cuerdos o “ pactos negociados con las grandes empresas al margen de las cifras de audiencia o el impacto publicitario". Los presenta como "un sistema de favores por el que, a cambio de recibir más dinero del que les correspondía, los diarios ofrecían coberturas amables, lavados de imagen de presidentes de grandes empresas y olvidos a la hora de recoger noticias negativas". Y recuerda que cuando era corresponsal en Bangladesh y cubrió el incendio donde fallecieron 1.135 empleados, su entonces director "había ordenado que todas las referencias a El Corte Inglés fueran eliminadas del artículo".
"El intercambio de favores entre prensa y empresas estaba tan enraizado, desde hacía tanto tiempo, que no hacía falta descolgar el teléfono para que los directivos se cobraran su parte: en las redacciones se había interiorizado que empresas como Telefónica, el Banco Santander o El Corte Inglés eran intocables", asegura Jiménez. El exdirector relata reuniones con Francisco González del BBVA, César Alierta de Telefónica, Florentino Pérez de ACS y presidente Del Real Madrid o con el presidente de una multinacional energética, sin precisar si fuera Iberdrola, Endesa, Repsol o Naturgy (antes Gas Natural).
Relata que, al intentar publicar bajo el titular "Alierta y Rato, socios en el hotel de lavado de dinero de Berlín", como sospechaba la justicia española, el presidente de la editora le informó de que aquella información no podía salir, y cuando se enteró de que la publicación en el suplemento económico ya estaba en imprenta llamó él personalmente para que "parasen las máquinas". "No te enfades, Alierta nos pide un favor. Asume que el artículo va a salir, pero quiere que quitemos la mención a su sobrino", le respondió a Jiménez el presidente de Unidad Editorial, del que asegura que "era imposible hacer un periódico independiente sin perjudicar no ya los intereses de la empresa sino los suyos propios y los de sus amigos"
