Brillantemente lúcido, ejerce su humanismo crítico acerca de la decadencia moral y social de Occidente, del neoliberalismo y las brutalidades del capitalismo salvaje.
En referencia a esto, puso su grano de arena en las protestas en España de mayo de 2011, escribiendo el prólogo a la edición española del libro ¡Indignaos! de Stéphane Hessel.
En 1990 es nombrado miembro de la Real Academia Española, donde su heterodoxo discurso de ingreso, «Desde la frontera» tiene mucho que ver con el tema de su obra La vieja sirena, publicada ese mismo año, que es un canto a la vida, al amor y a la tolerancia.
En abril de 2009 fue investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Sevilla. Abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos».
En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por su por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo».
También en 2010 se le concedió el XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo por sus «múltiples aportaciones al pensamiento humano» desde sus facetas de economista, escritor y profesor, recibiendo el galardón el 22 de julio de 2010.
En 2011, recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas. El 24 de mayo de 2012 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá.
También este año se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.