Quizás la única excepción que se haya producido la encontremos en la derecha, como se pudo comprobar en los colegios electorales por las papeletas existentes. Las de derechas eran muy pocas, y los mayores bloques eran las del Partido Popular. Sin embargo los partidos de izquierda presentaban una gran cantidad de ofertas.
Hoy no quiero entrar en los resultados electorales, ni en sus consecuencias sociales, ni en los partidos. Aunque se empieza a vislumbrar que se ha abierto la caza del líder por los oportunistas de siempre, que quieren hacerse con el poder del PSOE a cualquier precio. Los oportunistas que hasta ahora se habían mantenido en el más absoluto silencio.
Son muy pocos los que han analizado los resultados electorales en función de las necesidades reales de la población española, olvidándose de lo que decía T.R. Malthus en su obra titulada Seáis on the Principle of Population: “La lucha permanente por el espacio vital y comida”. Situación que en la España actual ha vuelto a estar en actualidad, y que el Partido Socialista Obrero Español en su origen defendió, y que en los días de hoy no ha sido lo suficientemente publicitada ni proclamada.
La verdad es que careciendo de datos estadísticos, por el momento, y analizando los resultados de las elecciones, existe una gran parte de la población que parece que ha sentido que ese espacio electoral ha sido abandonado, y ocupado inmediatamente por otras formaciones políticas.
Como afirmaba nuestro insigne José Ortega y Gasset en su obra titulada Discursos Políticos: “El verdadero revolucionario lo que tiene que hacer es dejar de pronunciar vocablos retóricos y ponerse a estudiar economía”, pero no una economía para aplicarla para los que más tienen tengan muchísimos más, sino una economía social, la cual también es posible.
La carencia de referentes ideológicos económicos actuales es terrible. Parece que existe una consigna dictada por la mano que mece la cuna. Quizás sea por eso por las ideologías progresistas son ocultadas para que no lleguen a los ciudadanos. Actualmente sólo existe una organización que puede hacer llegar a todos sin pasar por el aro de la censura o la crítica sociopolítica la oferta de estructuras pensadas para el bien social general, cuyo estandarte es el actual Papa Francisco. Y espero que ese espacio social no lo ocupen organizaciones espurias, como pasó hace muchos años con los movimientos cristianos de base.