El etarra tendrá que pagar una indemnización de 500.000 euros a la viuda e hijos del jurista, cantidad a la que hay que sumar otros 400.000 euros concedidos a uno de los hijos, Miguel, por las graves secuelas psíquicas que arrastra desde que asesinaron a su padre.
El tribunal condena a Bienzobas a 30 años de reclusión mayor "como autor de un delito consumado de atentado con resultado de muerte, verificado por integrantes de organización terrorista, contra un magistrado del Tribunal Constitucional, concurriendo el agravante de alevosía".
Además, añade a esta pena una accesoria de "inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y alejamiento por cinco años más sobre la pena privativa de libertad del lugar de comisión de los hechos, así como del lugar de residencia de la viuda e hijos de la víctima".
La sentencia absuelve al etarra de los delitos de "incendios o estragos terroristas, utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno con finalidad terrorista, cuatro delitos de lesiones terroristas y sustitución de placa de matrícula", por los que era acusado. En el juicio el pasado 26 de abril el fiscal elevó de 52 a 72 años de prisión la petición de pena para el etarra por estos hechos.