Así lo ha indicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Universidades, en la que los rectores han pedido "calma" al ministerio para poner en marcha esta reforma y han alertado de los "riesgos" y las "consecuencias indeseables" para los estudiantes y sus familias de implantar grados de tres años sin una reflexión "más amplia".
Para el ministro, la propuesta es "optativa, selectiva, gradualista", pues, según ha aclarado, "no se impone un ritmo de incorporación de esta posibilidad", que será determinada "exclusivamente" por las universidades. Wert ha advertido, además, de que la "complejidad" de la que hablan los rectores es "prácticamente ninguna" porque se trata de un decreto "dispositivo, que no impone". No obstante, ha dado de plazo hasta el 15 de septiembre para que los rectores presenten sus alegaciones al borrador del real decreto.
El titular de Educación ha recordado que España optó por una vía "claramente minoritaria" a la hora de ofertar grados de cuatro años (240 créditos) y másteres de uno (60 créditos) frente a la mayoría de los países del Espacio Europeo de Educación Superior, que "ha dado lugar a que funcione como un freno a la internacionalización". La mayoría, optó por grados de tres años (180 créditos) y másteres de dos (120 créditos).
El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Manuel López, ha pedido "calma" al ministerio para estudiar primero las consecuencias que puede tener este cambio en el sistema universitario español, que todavía no ha finalizado la implantación de los grados de cuatro años.
Para el presidente de los rectores, se trata de un tema que puede tener una "fuerte repercusión" en la organización de los estudios de todo el sistema ya adaptado a Bolonia, que puede generar "confusión e incertidumbre" en los estudiantes y sus familias. Asimismo, ha indicado que, pese al plazo dado por el ministerio para presentar sus alegaciones al texto, éste "va a seguir adelante".
"No son retoques técnicos sino cuestiones de fondo", ha afirmado el presidente de la Comisión Académica de la CRUE y rector de la Universidad de Barcelona, Didac Ramírez, que ha criticado que el ministerio "imponga" ahora un cambio en este sentido sin saber cuáles son las implicaciones y consecuencias del mismo y sin dar respuesta a las cuestiones planteadas por los rectores en un informe previo.
Ramírez ha puesto como ejemplo la posibilidad de que los estudiantes tengan que pagar más que hasta ahora por el mismo número de créditos (300), pues los másteres son más caros que los grados y los primeros aumentarían un año si se aprueba el decreto.
Sobre este punto, el ministro ha contestado que la determinación de la horquilla de las tasas universitarias depende de las administraciones educativas y que esta cuestión se discutirá con los responsables autonómicos en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria.
