“Volvamos a la justicia y al equilibrio de oportunidades” ha reiterado, para apostillar que “cuando uno es el principal motor de empleo de personas con discapacidad en el mundo, como es el Grupo Social ONCE, merece esa oportunidad”.
Carballeda, que ha participado como experto en una reunión telemática sobre los “Derechos sociales de las personas con discapacidad en el contexto del Covid-19 y sus repercusiones”, impulsada por el Senado, ha apostado por una mayor implicación de Europa. “Necesitamos más Europa social, más cercana a los ciudadanos”, ha indicado, calificando de fundamental que “los fondos europeos de recuperación económica, tengan una parte pensada para las personas con discapacidad”. “Sería injusto que no fuera así”, ha subrayado.
En este sentido ha recordado que el Grupo Social ONCE firmó hace menos de un año un convenio con el Parlamento Europeo con el propósito de estrechar lazos e institucionalizar la labor que desde hace años viene desarrollando la entidad española en el ámbito político de las instituciones europeas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los 80 millones de ciudadanos europeos con alguna discapacidad.
También ha indicado a los participantes que el Grupo Social ONCE lleva más de 20 años pensando en las personas con discapacidad, en especial con discapacidad visual, que viven más allá de nuestras fronteras. Por ello, “tenemos una gran experiencia de trabajo, inversión y cooperación” en América Latina y el resto de Europa – notablemente a través y de la mano de las instituciones de la Unión Europea, como principales regiones, sin que ello signifique que hayamos dejado de mirar hacia África o Asia cuando la situación lo requiere.
La reunión, promovida por el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Rick Daems, y el senador Antonio Gutiérrez Limones, ha contado con la participación de distintas autoridades relacionadas con las políticas de la discapacidad a nivel europeo y nacional.
En su intervención la presidenta del Senado
(se abrirá nueva ventana), María Pilar Llop, ha reconocido que esta crisis “agranda las desigualdades sociales, por lo que es nuestra obligación velar porque nadie se quede atrás, por la inclusión de las personas con discapacidad a todos los servicios públicos”.
“De esta crisis solo podemos salir con unidad, juntos, a nivel nacional e internacional. Necesitamos más Europa porque no saldremos de esta crisis, sin refuerzo de las políticas públicas”, ha añadido Llop.
Además, el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Rik Daens, ha reconocido que es importante conocer el impacto de esta crisis sobre los grupos más vulnerables y que sufrirán las secuelas a largo plazo. “Nuestro papel es el de garantizar que los derechos de todas y todos se respetan en todo el mundo, dando una respuesta inclusiva a los desafíos a los que se enfrentan las personas con discapacidad, tanto en esta crisis como en tiempos de normalidad”, ha concluido.
