La capacidad de caminar erguido es una de las características principales del linaje del ser humano y marca importantes diferencias con otros simios.
Durante décadas, algunos científicos ya habían avanzado la hipótesis de que los seres humanos ya comenzaran andando rectos. Sin embargo, apenas hay indicios de estas hipótesis, aparte de un estudio de 1973 que investigaba la energía locomotora en los chimpancés de corta edad.
"Esta investigación proporciona un fuerte apoyo al hecho de que el ahorro de energía jugó un papel fundamental en la evolución de la bipedación", apuntó el antropólogo de la Universidad de Arizona, David Raichlen.
Los chimpancés utilizan aproximadamente la misma cantidad de energía caminando con dos o con cuatro piernas, pero los investigadores encuentran diferencias entre los animales en la energía utilizada dependiendo de su manera de andar y su anatomía.
Fuente: El País