La apuesta de este centro de formación de ejecutivos por el mercado estadounidense, en el que este año ha iniciado sus operaciones desde un nuevo campus propio en Manhattan, y el creciente número de ex alumnos residentes en este país han motivado esta arriesgada iniciativa. Pero no es la primera vez que la escuela española toma decisiones similares. Hace tres años, este evento se desarrolló en Munich, donde la escuela acababa de iniciar su primer programa de dirección de empresas en el mercado europeo. Después ha iniciado su andadura en Varsovia, pero antes ya había puesto sus pies en Brasil, China, India, Kenia y Egipto.
Son los países en los que el centro español desarrolla sus programas de dirección general. Además, cuenta con un Global Executive MBA, el programa más elitista de la casa, con un precio de casi 90.000 euros para el próximo curso, que se desarrollaba hasta ahora en Madrid, Barcelona, Shanghai y Silicon Valley. A partir de la próxima edición, los participantes podrán elegir también cursar un módulo en Nueva York y Mumbai (India).
Más allá de la crisis
La de este año ha sido una asamblea de antiguos alumnos marcada por la tormenta financiera internacional, pero Jordi Canals, director general del IESE, ha querido destacar que a pesar de las turbulencias que sacuden a los mercados estadounidenses, la escuela sigue apostando por su proyecto de expansión en Estados Unidos, que está siendo comandado por su director general adjunto Eric Weber.
Quince meses después de su anuncio público ya cuenta con un equipo de ocho personas y 150 alumnos en programas de larga duración: el Senior Executive Program que se imparte en Miami y el Global CEOs Program, que se ofrece en dos versiones: para directivos latinoamericanos, junto a la escuela estadounidense Wharton y la china Ceibs; y para ejecutivos asiáticos, junto a Harvard y Ceibs. Además, 300 alumnos participarán en siete programas de una semana de duración, uno de ellos junto a la prestigiosa escuela Kellogg, y se desarrollan algunos programas a medida para corporaciones como Oracle y Abbott Laboratories. «Nuestra meta a largo plazo es contar con un campus en Nueva York, como si fuera el de Barcelona o el de Madrid, destinado a empresas estadounidenses interesadas en el enfoque internacional que aporta el IESE. No vamos a ofrecer el MBA ni el Executive MBA», explica Canals.
Internacionalización
El IESE ha puesto en marcha también en el país norteamericano un Centro de Investigación Global Business, que ya trabaja en cuatro proyectos, celebrará diez reuniones académicas para antiguos alumnos en aquel país durante este curso y pondrá en marcha una campaña de levantamiento de fondos para financiar la expansión y la investigación.
Con esta asamblea de antiguos alumnos la escuela ha puesto el punto final a las celebraciones por el quincuagésimo aniversario de su nacimiento. Una historia en la que su director general ha querido destacar precisamente el proceso de internacionalización que ha acometido la institución. Porque, además de aquellos programas que imparte fuera de España, el centro de la Universidad de Navarra cuenta con quince escuelas asociadas en otros tantos países, repartidas por cuatro continentes. Son centros con los que ha colaborado en su creación y puesta en marcha, con los que mantiene una relación muy estrecha, a los que aporta profesores y con los que ofrece programas conjuntos de formación, aunque se trata de instituciones independientes. Nueve de ellas están en Latinoamérica, tres en África, dos en Asia y una en Portugal.
El IESE tiene 32.500 antiguos alumnos de 95 nacionalidades, que se agrupan en clubes presentes en 31 países. Estas reuniones han contado con 27.000 asistentes durante el curso 2007-2008, el 40% de ellas fuera de nuestro país.
