El departamento de Estadística acaba de publicar los datos extraídos de cruzar la Encuesta de Población Activa y el Padrón muncipal de habitantes. De esta forma, se conocen los movimientos migratorios de los españoles en los últimos año con la intención de encontrar trabajo. Sin embargo, las cifras concluyentes desvelan niveles ínfimos de movilidad geográfica.
Los datos extraídos del INE revelan que apenas el 4% de los parados cambió de localidad en busca de trabajo en el último año, mientras que casi el 86% no se ha mudado de municipio desde el inicio de la crisis en 2008. Sin embargo, lo que Ibercampus reflejó el pasado lunes, basado en los datos que concluyen del Eurobarómetro, es que el 35% de los españoles están dispuestos a trasladarse a trabajar en otros países europeos, como consecuencia del aumento del paro y la crisis en los últimos cuatro años: Paro y crisis triplican el número de españoles dispuestos a trabajar en otro país europeo.
En base a los datos del INE, esta tendencia podría tener una relación directa con la naturaleza de los desempleados, que son mayoritariamente gente joven que vive en el hogar de sus padres, o pareja de la persona de referencia (cabeza de familia) en el hogar. Pero es tan baja la movilidad que da pie a pensar que hay demasiados estímulos a no practicarla ni siquiera para buscar la que en materia económica es la primera ambición de todas las personas activas en paro: buscar un empleo.
Sin embargo, cuando el 35%, según el Eurobarómetro, de los españoles se mostraba dispuesto a trabajar fuera ante el último Eurobarómetro, sólo estaban realmente en otros países el 3% de los españoles encuestados, cifra que incluso se ha reducido un punto con respecto al año 2011, cuando eran el 4%. Pero aun así ese 3% de españoles fuera es ya superior a la media de los 27 países europeos donde se realizó la encuesta (todos actuales miembros de la UE menos Croacia), que registran una promedio del 2%, si bien en este caso es el mismo que en el 2011 y no ha bajado como en el caso de España.
