Dicho informe, elaborado a iniciativa del Gobierno español, presenta una serie de recomendaciones en materia de política científica y tecnológica en torno a cinco grandes áreas de trabajo: el fortalecimiento de la base científica y tecnológica; mayor apoyo a la I+D y a la innovación en la empresa; promoción de los vínculos entre ciencia e industria; fomento de la movilidad y el incremento de los recursos humanos y la mejora del gobierno y la evaluación de las políticas de innovación.
Quintanilla resaltó que el informe “llega en un buen momento”, coincidiendo con los acuerdos adoptados en la última Conferencia de Presidentes en materia de política científica, y se ha comprometido a impulsar las recomendaciones como secretario de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología dentro del diseño del Plan Nacional de I+D 2008-2011. Entre dichas recomendaciones se encuentran la de crear una ventanilla única para todos los instrumentos administrativos que favorecen las ayudas a empresas y entidades en materia de I+D, así como mejorar la coordinación con las comunidades autónomas y flexibilizar la contratación de investigadores en las entidades públicas.
Entre otras novedades, el responsable de Universidades e Investigación adelantó que se creará un Consejo de Política Científica del Estado dentro del MEC, y resaltó el papel que jugará la futura la Agencia Estatal de Evaluación, Financiación y Prospectiva de la investigación científica y técnica, que permitirá agilizar la gestión de los programas de I+D e incorporará herramientas de evaluación de los propios programas, de los centros de investigación y de la evolución del sistema en su conjunto.
El secretario de Estado también hizo hincapié en que sólo su departamento gasta ahora tres veces más que todo el presupuesto de I+D del Estado en 1986, año en que se aprobó la Ley de la Ciencia y del que data el último informe de política científica de la OCDE.
