Las manifestaciones fueron convocadas por la plataforma promotora del manifiesto No en nuestro nombre, firmado en una semana por 34.000 personas, entre las que figuran alcaldes como Manuela Carmena (Madrid), Ada Colau (Barcelona) o Joan Ribó (Valencia), representantes de la cultura y de diversos colectivos sociales, entre ellos algunos vinculados a IU y Podemos. Al manifiesto también se sumó Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo.
La manifestación más numerosa tuvo lugar en Barcelona, donde se dieron cita alrededor de 3.000 personas, según datos facilitados por la Guardia Urbana.
En Madrid, los diarios rebajan la participación a "centenares" de personas y destacan que el número de manifestantes no alcanzó ni de lejos las multitudinarias movilizaciones de 2003 contra la intervención militar española en la guerra de Irak.
Sin el apoyo esta vez del PSOE ni IU, la representación política en el escenario montado frente al Museo Reina Sofía de la capital estuvo encabezada por la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, y el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi.
El 53,9% rechaza una intervención militar española en Siria
Según una encuesta elaborada por el instituto NC Report que hoy publica EL MUNDO, el 53,9% de los ciudadanos rechaza una implicación directa de España en la operación militar de la coalición internacional en Siria, opción que es apoyada por el 34,8% de los entrevistados. Tan sólo entre los votantes del PP gana la opción favorable a la implicación de España en las acciones militares (53,2% frente a 35,9%). La inmensa mayoría del total de encuestados (83,2% frente a 13,5%) cree que es posible que se produzca en nuestro país un atentado terrorista similar al perpetrado el pasado 13 de noviembre en París.
Por otra parte, las agencias de noticias informaban esta madrugada de una nueva intervención militar de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra posiciones del autodenominado Estado Islámico en Siria e Irak. La veintena de bombardeos lanzados por la coalición occidental se centraban esta vez contra unidades tácticas del grupo terrorista en la ciudad iraquí de Ramadi y la localidad siria Ayn Isa.
