Los investigadores, entre los que se encuentra la catedrática valenciana de Psicología Rosario Zurriaga, partían ya del hecho de que los hombres altos tienen novias más atractivas y un mayor éxito reproductivo porque son los preferidos por las mujeres. Lo que no se sabía era si esa altura tenía también que ver con los celos, ese sentimiento que se activa ante el riesgo de perder a la pareja.
En el caso de los holandeses, se les preguntó cómo eran de celosos en sus actuales relaciones sentimentales. A los jóvenes valencianos les indicaron que se imaginaran a sus parejas flirteando con terceros y describieran lo que sentían. Los resultados, publicados en la revista científica ´Evolution and Human Behavior´, fueron claros: los varones altos pueden tener menos razones para ser engañados por sus parejas y, además, dado su estatus de dominancia, pueden disuadir con más éxito a los rivales de competir por sus compañeras.
Sin embargo, en el caso de las mujeres, resultan más atractivas y saludables las de estatura media, mientras que las muy altas o las muy bajitas no suelen ser las elegidas. Por ello, en este caso, serían las de una altura intermedia las menos celosas en sus relaciones.
Y entre las altas y las bajas, estas últimas serían las que tienen más celos de las rivales, puesto que las primeras siempre tienen la ventaja física a la hora de luchar por su pareja, como se ha demostrado en las sociedades poligámicas.
El estudio centrado en los universitarios valencianos reveló, además, que los hombres más bajitos eran más celosos si el rival les mira por encima del hombro, mientras que los altos no lo son aunque el contrincante sea físicamente dominante, más atractivo o con un estatus social elevado.
Sin embargo, entre las mujeres de estatura media la situación es diferente: son poco celosas ante una rival más atractiva, pero pueden sacar su sentimiento de posesión de la pareja si se encuentran con una contrincante de alto estatus social o con un claro dominio físico sobre ellas.
La investigación también demostró que los menos musculosos y las más gorditas son también quienes más pelean por sus relaciones.
Fuente: El Mundo
