jueves,18 agosto 2022
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4.0

El tsunami social de la digitalización y sus derivados

Futurolandia
La transformación social provocada por el nuevo entorno 4.0 tecnológico, global, económico y laboral, responde a algo más que al entrechocar de las olas del símil de Toffler. Se parece más al tsunami que surge del comportamiento explosivo que provoca un maremoto, con el desplazamiento de grandes masas de agua que terminan inundando y arrasando incluso lejanas costas.

Si repasamos el libro  La Tercera Ola de Alvin Toffler (¡cuarenta años nos contemplan!) nos encontramos con capítulos dedicados a cambios sociales ya entonces en marcha o que se vislumbraban, como hogar electrónico, trabajo a domicilio, familias del futuro, horario flexible, economía colaborativa, la nueva psicosfera o el mausoleo político.

Pero el mar bravo se va transformando en auténtico tsunami cuando se acumulan e interactúan entre sí otros múltiples cambios que provienen de otros muchos frentes. En linea con mi propuesta de un enfoque global, interdisciplinar e interdependiente,  que comenté en mi post anterior, trataré de fijarme en los impactos procedentes de los distintos frentes que me he propuesto analizar.

A principios de este año (3/1/19) dedique un post (https://www.antoniopulido.es/de-economia-4-0-a-sociedad-5-0/ )                                                  al enfoque propuesto por la Federación empresarial de Japón (Keidanren) en un primer documento (http://www.keidanren.or.jp/en/policy/2016/029_outline.pdf) titulado Hacia la realización de una nueva economía y sociedad. Reforma de economía y sociedad para profundizar en la "Sociedad 5.0".  Suponía marcar como objetivo alcanzar el nivel 5 de Sociedad super-inteligente,tras la evolución  desde las sociedades de la caza, agraria, industrial y de la  sociedad de la información de finales del siglo XX.

Una definición oficial de Sociedad 5.0 es la siguiente: “Una sociedad centrada en lo humano que equilibra el progreso económico con la resolución de problemas sociales mediante un sistema que integra de forma avanzada el ciberespacio y el espacio físico” (@andresortegak).

Para alcanzar este nuevo nivel, la iniciativa japonesa detecta cinco murallas de contención a derribar (https://www.i-scoop.eu/industry-4-0-society-5-0/):

  1. Administración Pública, que se implique en una auténtica estrategia nacional
  2. Sistema legal, que incentive la implementación de técnicas avanzadas
  3. Marco tecnológico, desde una política agresiva de I+D hasta los "fundamentos del conocimiento" y la protección de los principales avances tecnológicos y sus impactos
  4. Recursos humanos, con una adecuada reforma educativa y de gestión de recursos humanos en habilidades digitales avanzadas
  5. Aceptación e implicación social (la gran muralla), considerando aspectos incluso éticos sobre la relación hombre-máquina o filosóficos sobre aspectos tales como la felicidad individual

Como indicaba entonces, aunque puede haber componentes de marketing de ideas y "postureo" en algunas de las iniciativas para vincular cambio tecnológico, económico y social, personalmente creo que es imprescindible mantener un enfoque amplio y socialmente comprometido de la innovación. Destacar sólo los aspectos económicos positivos del cambio tecnológico sería una visión miope y contraproducente. Los cambios tecnológicos tienen también un coste social que, además, pueden distribuirse muy desigualmente entre países, empresas o personas. Anticipar, atender y paliar esos efectos es una garantía imprescindible para conseguir esa necesaria aceptación e implicación social.

Pero el tiempo pasa, los cambios tecnológicos impactan sobre nuestras vidas y su reparto desigual entre países y personas potencian posiciones de repulsa y falta de confianza en nuestras instituciones. WEF reconoce que "una parte sustancial de la sociedad se ha vuelto desafecta y amargada, no solo con la política y los políticos, sino también con la globalización y el conjunto del sistema económico"

En palabras de Andrés Ortega,  https://blog.realinstitutoelcano.org/globalizacion-4-0-centrada-en-personas/ : La globalización y la revolución tecnológica van de la mano, de forma ya inseparable. Pero es necesario que ambas giren en torno a la persona humana y, por ello, que sean más inclusivas, que vuelvan a conectar la marcha de la economía con la marcha de la sociedad, al menos de algunas sociedades. Es decir, provocar un re-acoplamiento, en vez de un desacoplamiento que ha llevado a cuestionar la globalización, y ahora la tecnologización.

Un reciente de artículo sobre Las causas de la polarización política de CaixaBank (@CABK_Research)  centra su atención en el cambio tecnológico como una de sus causas principales, al menos en los países avanzados: "Ejerce presión y aleja las retribuciones de los grupos de trabajadores de alta cualificación respecto a los de baja, lo que se refleja en un aumento de la prima educativa…y contribuye a generar <ganadores> y <perdedores> que, probablemente diferirán en sus preferencias políticas en mayor medida que en el pasado".

Sin embargo, las progresivas oleadas del tsunami social van más allá de sus impactos en distribución de rentas, brecha digitalo extremismos políticos. El cambio, incierto en su evolución, llega de todas partes. Solo una reducida selección de diez campos que me parece exigen reflexión a futuro:

  • Internacionalización progresiva a escala institucional, profesional o personal
  • Formación a lo largo de la vida, con adaptación radical de procesos y objetivos
  • Humanismo compensatorio de la originaria practicidad digital
  • Convivencia cibernética con robots y ciborgs
  • Envejecimiento saludable
  • Tiempo libre: trabajo liberado, valoración y nuevas aportaciones sociales
  • Localismo: papel de nuevas ciudades inteligentes y pueblos "olvidados"
  • Intangibles: cambios en liderazgo, talento digital, creatividad
  • Economía colaborativa, con intercambio de bienes y servicios entre particulares
  • Valoración socialde productos gratuitos de la nueva economía

Dedicaré mi próximo post a comentar cómo un economista puede valorar internet. Como dice Erik Brinjolfsson (@erikbryn), director en el MIT de Iniciative on Digital Economy, cuando los productos digitales, ya sea Google Maps o Wikipedia, están disponibles de forma gratuita, no tienen impacto en el PIB a pesar del valor para sus usuarios. Mucho para pensar.

Antonio Pulido http://www.twitter.com/@PsrA

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