O´Reilly, que hasta ahora ejercía como Defensora del Pueblo de Irlanda, sucede en el cargo europeo al griego Nikiforos Diamandouros, que se jubila tras más de diez años al frente de la institución.
"Europa no solo afronta una crisis económica sino también una crisis de legitimidad política. La negatividad y la división están aumentando en toda Europa, la confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas está disminuyendo y muchos consideran que su voz simplemente no se tiene en cuenta", señaló O´Reilly en un comunicado.
La nueva Defensora del Pueblo destacó asimismo que 2014 es un "año crucial para Europa y el futuro de la Unión Europea" (UE) y aseguró que se encargará de poner de relieve las preocupaciones de los ciudadanos y ayudar a cerrar la gran brecha que existe entre ellos y las instituciones.
O´Reilly subrayó que, tras veinte años de la creación de la Oficina del Defensor del Pueblo Europeo, ha llegado el momento de reflexionar sobre su labor para garantizar que todos los ciudadanos y residentes de la UE cuentan con una administración eficaz
El Defensor del Pueblo europeo investiga desde 1995 las quejas sobre malas prácticas en la UE, incluido el pago tardío de proyectos comunitarios, la negativa de acceso a documentos, problemas con convocatorias o casos de discriminación.
Cada año recibe unas 3.000 quejas, cuya resolución tarda una media de nueve meses.
Su objetivo es lograr soluciones amistosas, a través de recomendaciones o críticas.
En casos excepcionales, el Defensor del Pueblo europeo puede dirigir un informe especial al Parlamento Europeo (PE).