jueves,18 agosto 2022
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En el Mar Menor el tamaño si importa

Economía Zen / Miguel Aguado Arnáez Socio director de la Consultora B Leaf Divulgador ambiental en radio y televisión
A menor tamaño, la afección es mayor. En consecuencia, hemos tratado al Mar Menor tan mal o peor que si fuese simplemente "el mar", hemos considerado que todo lo disuelve y que debe ser aprovechable hasta el infinito.

“Como su nombre indica el mar Menor es un mar pequeño, tan pequeño que en la zona se le llama también laguna. En realidad es una concentración de agua con salida al mar. Se podría decir que el mar Menor desemboca en otro mar mayor, el Mediterráneo. A su vez el Mediterráneo es un mar menor que desemboca en un Océano. Y en este caso la suma de contaminantes, afecciones ambientales y muchos años de acoso urbanístico e industrial afecta más en función del menor tamaño. Parece razonable o entendible, a menor tamaño, la afección es mayor. En consecuencia, hemos tratado al Mar Menor tan mal o peor que si fuese simplemente “el mar”, hemos considerado que todo lo disuelve y que debe ser aprovechable hasta el infinito.

No es una novedad, que la zona del Mar Menor tiene una nivel de afección por el urbanismo primero de los años 60 y sin parar hasta su saturación de una forma descomunal. Poco espacio con muchas viviendas, explotación delturismo, creación de playas de arena donde no había y con arena que provenía del propio Mar Menor y, con todo ello, sus consiguientes vertidos y afecciones. Es, a su vez, un pequeño espacio con muchos, pero muchos puertos deportivos,construidos sin control ni respeto ambiental los cuales significan más afecciones, saturación y “batido” del agua del mar. Aquí tenemos una de las primeras explicaciones de la situación actual del Mar Menor.

La segunda explicación, y quizá la más importante, es la referida a la explotación de la agricultura por una cantidad tremenda de explotaciones legales, de multinacionales y muchas ilegales que surgen sin gran problema. 30 años de explotación según los estudios científicos, pero incrementada por el paso de una agricultura de menor escala, de pequeña explotación agrícola  a una más industrial.

Este uso de la agricultura en modo de explotación (el nombre ya nos ofrece una pista) pretende sacar el máximo beneficio comercial al producto logrado sin poder dejar que el campo se regenere. Para ello se usan productos nitrogenados que suplen y preparan la tierra para ser explotada con éxito, desde el punto de vista productivo. 

Al tiempo, y esto puede ser polémico meterse en “este charco” se requiere una gran cantidad de agua provocando el famoso trasvase Tajo-Segura y empleando agua de un territorio que no la tiene en abundancia precisamente, y que tendrá menos en un futuro, Castilla-La Mancha. También hay que añadir la explotación de los acuíferos subterráneos, en contacto con el Mar Menor, que se han contaminado igualmente con nitratos y que han pasado, de nuevo, al Mar. Este es el principal uso de la demanda de agua de este territorio, para la explotación industrial y sin control del territorio y para dar respuesta a un turismo muy masificado y también excesivo. Aportan riqueza, empleo e impuestos, es verdad; pero… ¿a qué precio? Y sobre todo…¿hasta cuando?

Los nitratos de la agricultura se acumulan y acaban vertidos al Mar Menor, así lo denuncian desde hace décadas los científicos, universidades y organizaciones ecologistas, con escaso éxito ante las autoridades regionales. 

El efecto de esos productos en el mar es muy simple, significan un gran poder nutritivo para la flora marina de esa laguna y esta crece y crece de forma desmesurada, la consecuencia es la reducción del oxígeno en el agua y la ocultación del sol. Dos factores imprescindibles para la vida marina.

Recientemente hemos tenido unas lluvias torrenciales que ahora llamamos DANA, que han provocado el arrastre de gran cantidad de esos productos del terreno al agua. Al ser un espacio de mar pequeño, con una única salida, la concentración es muy grande. A esto le sumamos que la entrada de gran cantidad de agua dulce hace que la salinidad baje. La consecuencia la vemos: miles y miles de peces y otras especies muertas al buscar el oxígeno. ¿Es consecuencia de la DANA? No de ninguna manera; la DANA ha evidenciado la situación y aumentado el efecto, pero no es muy distinto de otros episodios de tormentas típicos en estos períodos.

¿Se podía evitar? Si, con seguridad. La Región de Murcia es una de las regiones españolas con una gran parte de legislación ambiental “pendiente” de aprobar o sin aplicar. Pero, más visualmente, cuando tenemos un espacio donde hay más rampas para motos de agua que diques de contención y más puertos deportivos que depuradoras e inspectores de vertidos, quizá tenga algo que ver. Los fondos europeos se gastaron en mejorar el negocio, no el espacio. Así de claro. Ahora con dinero público tendremos que pagar la “desviación” de las inversiones de interés natural o público hacia temas de interés privado. 

La causa de la situación del Mar Menor, se podía resumir en algo muy sencillo: la ambición y la cortedad de miras. Estoy muy enfadado. Se nota, ¿verdad?

 

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