Federico a las 6. En Cataluña están enfermos… y ojo que es contagioso en Zaragoza. http://esradio.libertaddigital.com/fonoteca/2017-09-25/federico-a-las-6-en-cataluna-estas-enfermos-117697.html
Comenta aquí cómo Marina Garcés, pregonera de las fiestas de la Merced invitada por Ada Colau, equipara en su pregón de fiestas a los asesinos y víctimas del terrorismo, diciendo que en estas fiestas se echa en falta, con dolor, a los asesinos de Ripoll, "que nadie sabrá si querían morir matando". Se les echa igualmente en falta, aclara—y sin duda los considera víctimas al mismo título que los atropellados o acuchillados.
Podría ser el sermón de un cura algo perverso en su benevolencia universal. Pero no: es el pregón de fiestas de una filósofa y profesora universitaria. Hay cosas que hay que ser doctor, y no de la Iglesia, para que tengan la gravedad que tienen cuando se dicen.
La frase se las trae, porque su sintaxis, muy meditada por cierto, equipara también la duda sobre si "los jóvenes de Ripoll" querían morir (poca duda en el caso de yihadistas, pero bueno, pásese) y la duda sobre si querían matar. "Nunca sabremos si realmente querían morir matando". El intento de blanquear a los terroristas está claro, pero persiste la duda sobre cómo le funciona el cerebro a esta persona: si realmente tiene dudas de que los terroristas querían matar, el asunto ya es de cabeza—de si rige o no a un nivel operacional mínimo—y no sólo de vileza moral.
¿Hace falta ser filósofa para llegar a este nivel de discernimiento? Esta mujer está muy mal, o por lo menos está muy mal dando lecciones de filosofía moral en mi universidad. Porque Marina Garcés, por cierto, es profesora del departamento de Filosofía de la Universidad de Zaragoza. Y se autodefine como "filósofa crítica." Bien, pues esto es lo que hay como pensamiento crítico, o más bien como pensamiento que está en estado realmente crítico.
De la Universidad no se espera comentario ni valoración al respecto, exceptuando ésta. Y en fin, que mejor y en términos más proporcionados lo cuenta Federico Jiménez Losantos. A partir del minuto 15.