viernes,19 agosto 2022
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Juan Quintana

Envase y sociedad, una apuesta por el consumidor y medio ambiente

EP
Plataforma Envase y Sociedad (PES) es un punto de encuentro para el diálogo y el intercambio de experiencias sobre algo tan necesario en la vida moderna como es el envase. Nuestro objetivo es trasladar a la sociedad los beneficios sociales, económicos y medioambientales que aportan los distintos tipos de envases.

Desde la PES entendemos la gestión eficiente y sostenible del envase desde un enfoque de ciclo de vida, que empieza con su diseño, continúa con el análisis de su funcionalidad, la elección de los materiales para su producción, su fabricación, el llenado y distribución. Un ciclo que continúa después del consumo con la recogida y reciclaje, al convertir estos envases en nuevos productos o en energía, e iniciar un nuevo proceso.

La Plataforma está en continuo crecimiento. En la actualidad integra a 36 miembros, asociaciones, empresas, organizaciones públicas y privadas, que participan de forma directa o indirecta en alguno de las etapas del ciclo de vida del envase. Tanto en la fabricación, distribución, gestión y reciclado de envases, como en el desarrollo tecnológico y el propio consumo, en estos casos a través de universidades, centros tecnológicos, de investigación, organizaciones de consumidores, etc.

Son muchos los beneficios de los envases, algunos de ellos irrenunciables. El primero de ellos es la mejor y más duradera conservación de los productos que contienen, reduciendo de esta manera un problema tan sensible como es el desperdicio alimentario. Por otro lado aporta trazabilidad y da información al consumidor, con lo que esto supone para su seguridad. También facilita el transporte y el almacenaje.

En definitiva, cada envase responde a las necesidades concretas de cada tipo de producto y de consumidor. Permite optimizar la cantidad de producto que estamos dispuestos a adquirir y consumir en un tiempo determinado, lo que mejora la decisión de consumo, favorece el ahorro económico y reduce la huella medioambiental, tanto del envase como del contenido.

El envase aporta un valor específico a los productos alimentarios, pero no menos importantes son los envases de cosmética, perfumería, productos de limpieza, productos industriales, etc. A todos ellos proporciona, en mayor o menor medida, los mismos beneficios arriba mencionados.

Un ejemplo muy reciente del valor del envase lo ha puesto sobre la mesa el propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, poco sospechoso de actuar en contra de los principios medioambientales que él mismo defiende. El pasado mes de marzo entró en vigor la nueva normativa que prohíbe el uso de aceiteras rellenables en la restauración. Un modelo de gestión de envase que ha perseguido evitar el fraude, informar al consumidor y garantizar la seguridad alimentaria, lo que de forma directa implica un mayor uso de envases.

Esta estrategia confirma el cometido de los mismos y la importancia de analizar caso por caso su necesidad y su viabilidad, no solo medioambiental, sino también social y económica. En este caso, como en otros muchos, no se puede ir a un análisis simplista y global de envases sí o envases no, de la misma manera que nadie habla de coches sí, coches no, por poner otro ejemplo.

Si un envase es necesario, tanto en éste como en otros casos, porque protege el producto, aumenta su durabilidad o defiende nuestra sagrada seguridad alimentaria, entonces hay que utilizarlo. Otra cuestión es poner en cuestión aquello que no se necesita, algo de lo que, por otra parte, se encarga de suprimir la propia industria, ya que encarece el producto de forma innecesaria.

El foco de atención debe estar en seguir avanzado en el desarrollo tecnológico del diseño y fabricación del envase, con el objetivo de disminuir el volumen de residuos y en particular los que no se reciclan. Para ello es necesario que los envases no se salgan de su llamado ciclo de vida, lo que permite garantizar el máximo nivel de reciclado que, en el momento actual ronda el 70% para los envases domésticos superando los objetivos fijados por la Unión Europea para España.

En todo este proyecto, la I+D+i es una pieza clave sobre la que pivota todo el ciclo de vida del envase en todas sus etapas. Es el esqueleto de todo un proceso que, aunque no siempre se perciba, está detrás de todo envase.

Juan Quintana es secretario técnico de la Plataforma Envase y Sociedad.

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