viernes,19 agosto 2022
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¿Es posible reflotar la filosofía académica?

Humor y Comunicación Política
Las verdaderas ideas son las de los náufragos. Desde hace unos años se ha puesto de moda el sintagma «Día Mundial de...» Y, a continuación, la palabra o palabras a que esté dedicado ese día. Pues bien, le ha llegado el turno a la Filosofía. A finales del pasado mes de Noviembre, ha tenido lugar el Día Mundial de la Filosofía. Desde luego, los lamentos por la pérdida de la Filosofía en España han convertido ese día en una jeremíada. Bien, y ¿adónde lleva eso?

Voy a adoptar una perspectiva distinta. Según Ortega, «las verdaderas ideas son las de los náufragos». Cuando las personas se encuentran entre el suelo y el estribo, pueden escoger dos caminos: O el de la desesperación o la creatividad. De hecho, hay personajes de los cuentos, novelas, obras de teatro y películas que perduran en nuestro recuerdo por más que pasen los años. Son los que demuestran más originalidad, los que resuelven problemas, saben tomar decisiones y, encima, luchan por el bien de todos.

Frente la manía de los políticos contra la Filosofía, usar la razón contra los políticos

Los políticos españoles de los dos partidos dominantes han logrado que el Parlamento apruebe cuatro Leyes distintas en 25 años, como ha recordado muy bien José Andrés Gómez: LaLogse (1990); la Loce (2002); la Loe (2006) y la Lomce (2013). Incluso, aun teniendo a Ángel Gabilondo, Catedrático de Metafísica, como Ministro de Educación, la Filosofía académica no ha encontrado remedio. Ahora sale con unas declaraciones que hubieran venido mucho mejor hace unos años.

Creo que hemos llegado a esta situación no porque la Filosofía se haya apartado del «mercado» sino porque en el día a día no hemos mostrado toda la potencia de la Filosofía en los asuntos humanos. Por ejemplo, alguien puede plantear: «¿Para qué sirve la Lógica en nuestro tiempo?». La respuesta a esta pregunta es mostrar día a día las falacias de los políticos y de los periodistas, que son los más visibles en los medios de comunicación. Haría falta muy poco tiempo para que los estudiantes de todos los niveles se dieran cuenta de la gran importancia de usar bien la razón y de los perjuicios que causan las barbaridades que todos los días escuchamos. Por eso, la Lógica es imprescindible para saber cómo va un debate y descubrir los puntos fuertes y los puntos débiles. También, para que los profesores apliquen la Lógica a sus escritos. Es que hay profesores universitarios que no saben definir la asignatura de la que viven. Se limitan a amontonar citas, es decir, a comportarse como unos doxógrafos, como recopiladores de opiniones. Y hay que mostrar, una vez y otra también, las falacias de los profesores. Los estudiantes se darán cuenta de que sin definiciones, modelos, divisiones/clasificaciones y demostraciones no pueden ir muy lejos. Los malos caminos no llevan a buen pueblo.

La práctica de la Lógica, día a día, puede hacer recuperar el prestigio de la Filosofía en pocos años. Entonces, claro que el «mercado» exigirá la Filosofía.

¿Y qué decir de la Psicología? Muy bien, puede desaparecer de los programas de Filosofía, pero todos los días estamos viendo que surge en otras asignaturas como imprescindible: Literatura, Escritura creativa, Dirección de organizaciones, Negociación, Relaciones Internacionales, Trabajo Social… Entonces, ¿qué motivo, razón, fundamento, excusa… para que el estudiante de Bachillerato no salga con un armazón intelectual básico para saber valerse con otras personas y grupos?

Una de las maneras más efectivas de que los estudiantes se interesen por la Ética es mostrar las contradicciones entre Ética, Moral y Política. Muchas películas y series de televisión presentan situaciones que sólo pueden ser juzgadas después de presentar esas contradicciones y la solución que el guionista adopta. Lo peor que tiene el Parlamento es que lo que vemos en la televisión son deformaciones de la realidad que convierten en ridículos a quienes hablan desde sus asientos o desde la tribuna. Necesitamos buenos oradores que planteen esos asuntos con un argumentario que se sostenga sin necesidad de demagogias.

La Filosofía sigue por otros caminos… mucho más caros

Ahora llega la hora de las lamentaciones: que si la utilidad de los saberes, que si las necesidades de los mercados, que si el gran valor del saber aparentemente inútil… y así sucesivamente. Lo que hay que decir, un día sí y otro también a los políticos, es que los estudiantes necesitan una formación básica para juzgarles, antes que nadie, a ellos. Cuando tanto empeño ponen en eliminar la Filosofía se parecen a aquel personaje de Calderón que las pronunció en otro contexto diferente, pero que pueden servir para explicar lo que ha ocurrido: «Pues muerte aquí te (la Filosofía) daré, porque no sepan que sé que sabes flaquezas mías». Y también hay que dejar en claro que la Filosofía, en lugar de desaparecer, sigue gozando de una salud económica muy notable. Lo que ocurre es que los Cursos sobre Discursos y Debates, sobre Ética en los Negocios, sobre Buenas Prácticas, sobre Comunicación y Relaciones Interpersonales… y así sucesivamente, son Cursos que no todos los contribuyentes pueden permitirse.

Los estudiantes de Bachillerato necesitan herramientas críticas

Entonces, ¿es que no hay un grupo de políticos que sepan elaborar unos argumentos para defender la Filosofía como un instrumento básico que los jóvenes necesitan para moverse por el mundo? Todas las semanas pueden recibir una o varias lecciones de Pedro Quartango. Hace exactamente un año, publiqué aquí mismo una columna que titulé:«Pedro García Quartango, un modelo de periodista filosóficos» (/pedro-garcia-cuartango-un-modelo-de-periodista-filosofico-26336.htm ).Más adelante, los jóvenes pueden decidir si quieren ampliar alguna parte de la filosofía matriculándose en un curso o estudiando por su cuenta, pero ¿quiénes son los políticos para quitar la posibilidad real de un pensamiento crítico?

La crítica sistemática de los ataques a la razón creará, inevitablemente, la necesidad de reinstaurar la filosofía en el Bachillerato. Y los cambios históricos no siempre han llevado tanto tiempo. Sobre todo, si al frente se encuentran personas inteligentes y que tengan energía y decisión para implantar los cambios que los contribuyentes piden.

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