Los hechos han sido calificados por la Sala como una falta de vejaciones injustas y un delito de abuso de funcionario en el ejercicio de su función. Además, deberá indemnizar a la joven con 2.000 euros por los daños morales.
La joven suspendió el examen escrito de la última convocatoria, y el docente la citó en su domicilio para hacerle una última prueba. Extrañada, la alumna acudió acompañada por su hermana, su cuñado y un amigo, que la esperaron en las escaleras. El fallo establece que cuando el acusado le dijo que si quería aprobar "tenía que darle sexo", la estudiante se levantó para marcharse pero el profesor la sujetó por el brazo y comenzó a tocarla, por lo que la víctima gritó y su hermana comenzó a golpear la puerta.