jueves,18 agosto 2022
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Los estudiantes no interpretan facturas ni valorar precios

España retrocede y fracasa en educación financiera

Redacción
El Informe PISA sobre la cultura financiera de los estudiantes, publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),muestra "significativos" retrocesos y fracasos comparados de España entre 2012 y 2015,que se coloca en últimos puestos de países desarrollados, sin aprender pues de la crisis bancaria. El 25% de los quinceañeros reconoce una factura, pero no sabe interpretarla, y es incapaz de valorar si sale más económico comprar tomates en caja o sueltos por kilos.

La OCDE cita a España entre los cuatro países que han experimentado «un significativo deterioro» entre 2012 y 2015, junto  AustraliaPolonia y Eslovaquia. La caída española ha sido de 15 puntos sobre 500, mientras que Italia y Rusia han mejorado «significativamente», quizá como consecuencia de que autoridades y empresas han ignorado también los últimos años las criticas de los consumidores, las propias quejas y reclamaciones presentadas por estos y su reflejo en medios de comunicación como Ibercampus.

Las notas de los españoles en competencia financiera son peores que en 2012, la última vez que se les evaluó sobre esta cuestión. Entonces los alumnos españoles de 15 años examinados por PISA sacaban una puntuación de 484, por debajo de la media de la OCDE, que obtenía 500. Tres años después se les ha repetido la prueba y han sacado 469 puntos, empeorando, aunque la OCDE tampoco mejora (saca 489 puntos).

La última edición del Informe PISA, que se publicó el pasado diciembre, examinó a 540.000 estudiantes de 72 países y economías financieras sobre MatemáticasComprensión Lectora y Ciencias. A 15 de estos territorios se les realizaron, además, preguntas concretas de cultura financiera. Con nueve de ellos a los que también se les evaluó de esta competencia en 2012 se han podido ahora hacer comparaciones. Este año nos situamos en el puesto décimo de una lista de 15 posiciones.

Cinco niveles

El trabajo establece cinco niveles, desde el 1, que es el más bajo, hasta el 5, que es el más avanzado. El nivel 2 es el «mínimo requerido para participar en la sociedad»; es decir, las competencias más básicas. En él se espera que los estudiantes sepan aplicar sus conocimientos para tomar decisiones financieras en contextos que son cercanos a ellos.

Según la OCDE, deben ser capaces de reconocer el valor de un simple presupuesto o elegir si sale más rentable comprar tomates por kilos o en cajas. Los estudiantes que no llegan a este nivel tienen dificultades, por ejemplo, para identificar los gastos de envío en una factura de ropa. Es decir, aunque sepan para qué sirve este documento financiero cotidiano, tienen problemas para interpretarlo y no entienden el concepto de «portes».

En España se encuentra por debajo de este nivel el 25% de los estudiantes examinados en PISA. La media de la OCDE está en el 22%. En ambos casos los alumnos han ido a peor, porque en 2012 el porcentaje era del 16,5% en España y del 15,3% en la media de los países.

Por lo menos, al tiempo que se ha incrementado el número de alumnos con escasa cultura financiera, ha aumentado también el de estudiantes excelentes en esta materia. Sólo un 6% de adolescentes españoles está en el nivel alto, el 5, que implica que a los 15 años se pueden tomar decisiones financieras complejas, como entender el impuesto sobre la renta o los costes de una transacción y saber tomar precauciones en caso de recibir un correo electrónico con información bancaria fraudulenta. Pero este porcentaje era del 3,8% en 2012, y la subida ha corrido pareja a la que se ha producido en la OCDE, que ha pasado del 15,3% al 12% en tres años.

Menos cuentas corrientes en el banco

El porcentaje de chicos de 15 años con cuenta corriente en el banco ha bajado entre 2012 (el 59%) y 2015 (el 52%). Quizá la crisis y la desconfianza que se ha generado durante estos años hacia los bancos hayan tenido que ver, aunque los resultados son bien distintos en otros países con escenarios parecidos (la media de la OCDE ha subido del 49% al 52%). El estudio señala que, en países como España, los estudiantes que tienen una cuenta corriente sacan 20 puntos más en educación financiera que los estudiantes con un nivel socioeconómico similar que no la tienen.

También ha bajado en España el porcentaje de estudiantes con tarjeta de débito, del 12,6% registrado en 2012 al 8,7% de 2015. En la media de la OCDE ha ocurrido al revés: ha aumentado del 16,8% al 22%

 

La OCDE llega a la conclusión de que los estudiantes con una buena cultura financiera son más propensos a hacerlo bien en los exámenes de Matemáticas y Comprensión Lectora de PISA. También lo asocia a terminar un grado universitario o a tener empleos más cualificados en el futuro.

La investigación no aprecia diferencias de género, salvo en un conjunto de países entre los que se encuentra España, en donde las chicas sacan mejores resultados que los chicos en educación financiera. Lo mismo ocurre en Australia, Lituania, Polonia y Eslovaquia. «Estas diferencias pueden estar relacionadas con una combinación de factores», apunta el trabajo, «como pueden ser diferentes oportunidades de aprendizaje, diferentes contextos y antecedentes socioeconómicos en los que hombres y mujeres han crecido, y con una posible variación en estos factores a lo largo de las distintas generaciones».

La OCDE también sostiene que los alumnos con desventajas socioeconómicas «están sobrerrepresentados» entre los que tienen menores competencias financieras. «La cultura financiera es importante no sólo para aquellos que tienen grandes sumas de dinero para invertir, sino que todo el mundo la necesita, especialmente aquellos que viven con presupuestos ajustados y tienen poco margen de pérdida», dice el informe.

Una parte muy interesante del informe es la relacionada con las expectativas de gasto de los jóvenes. A los alumnos se les preguntó qué harían si no tuvieran suficiente dinero para comprar algo que anhelaran con todas sus ganas, como una prenda de ropa o equipamiento deportivo. El 65% de los adolescentes españoles respondió que ahorrarían, un porcentaje en sintonía con el de otros países. Lo llamativo es que hubo muy pocos (un 9%, el segundo porcentaje más bajo por detrás de Rusia) que respondieron que se aguantarían y no comprarían el objeto deseado. El resto optó por comprarlo a toda costa. El 17,6% contestó que intentaría pedirle dinero a sus padres, una cifra superior a la media de la OCDE. Este organismo sostiene que los que son más cultos desde un punto de vista financiero son los que más apuestan por el ahorro.

La situación en España y recomendaciones

 

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