viernes,19 agosto 2022
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Tras la encuesta a 5 millones propuesta por Finlandia

Europa no ajustará sus relojes en octubre ni marzo para evitar daños a la salud (ritmo circadiano)

Redacción
Tras una encuesta no vinculante donde de cinco millones de ciudadanos europeos un 80% votó a favor de suprimir el cambio de hora, Comisión Europea anunció este viernes que propondrá finalmente la supresión del cambio de hora en la Unión Europea (UE).Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, añadió que Bruselas planteará a los Estados miembros permanecer en el horario de verano y no adaptar los ­relojes a la luz solar cambiar el ultimo domingo de octubre ni en el de marzo como hasta ahora..

La propuesta, influida poir la concesión del Nobel de Medicina 2017 a los investigadores de los ritmos biológicos, tendrá que ser aprobada posteriormente por la Eurocámara y por el Consejo Europeo. "La gente quiere que se haga, así que lo haremos", dijo Juncker al referirse a la encuesta que la Comisión Europea abrió el pasado 5 de julio entre ciudadanos, empresas y asociaciones. Durante 43 días, 4,6 millones de personas completaron un formulario a través de Internet en el que además de votar si son partidarias de abolir el cambio de hora, podían exponer sus argumentos por escrito. Bruselas no ha hecho público aún los resultados, aunque el diario alemán Westfalen Post anticipa que un 80% opta por suprimir el sistema de cambios horarios y prefiere que siga invariable todo el año. 

La consulta finalizó el pasado 16 de agosto, tras abrirse a raíz de la petición de algunos países –es­pecialmente Finlandia– para ­conocer la opinión de la ciudadanía en un marco con muchas diferencias ­geográficas.El cuestionario abordaba varios aspectos pero destacaba los dos en que se pregunta si se está a favor de “mantener los actuales ajustes entre el verano y el invierno en todos los países de la Unión Europea” o por lo contrario apoya “la abolición de estos cambios en todos los estados miembros”. En esta línea, y en caso de que estos ajustes bianuales fuesen eliminados, se inquiere a la ciudadanía si preferiría “mantenerse siempre en el horario de verano” o quedarse “permanentemente en el de invierno”.En el cuestionario también se preguntaban los motivos por los que se puede estar a favor o en contra de este cambio: salud, ahorro energético, actividades de ocio, seguridad vial, etc. 

En febrero último, el debate volvió al Parlamento Europeo después de que Finlandia recogiera 70.000 firmas para pedir a la Unión Europea que acabe con estos cambios. Apostaba así nuevamente por no realizar el movimiento de las manecillas en verano y mantener el horario invernal todo el año, alegando sobre todo motivos de salud, debido a la influencia que puede tener este movimiento en los ritmos circadianos, reloj interno de los seres vivos que se sincroniza con las 24 horas del día.

 

Dos de cada tres participantes en la encuesta, según los citados avances de resultados, han sido alemanes, lo que resta cierta representatividad continental a la muestra. La Eurocámara ha sido la gran promotora de las conversaciones: en febrero instó a la Comisión a que evaluara la posibilidad de eliminar el cambio horario. Una solución que reclaman países como Finlandia y Lituania.Las leyes comunitarias obligan a los Veintiocho a adelantar una hora los relojes el último domingo de marzo y retrasarla el último domingo de octubre para tener en cuenta la evolución de la luz diurna y aprovechar su disponibilidad. Entre los argumentos para hacerlo se esgrime el ahorro de energía, una mayor seguridad vial, contar con más tiempo para el ocio antes de que se haga de noche o simplemente la equiparación con los países vecinos y principales socios comerciales.

Bruselas cree que algunos de esos razonamientos se basan en conclusiones poco contrastadas o con un efecto mínimo sobre la economía. Los estudios consultados por la Comisión Europea indican que el ahorro de energía derivada del cambio de hora de verano es marginal, entre el 0,5 y el 2,5%. Tampoco está claro que disminuya el riesgo de accidentes de tráfico. Y advierten de que su impacto en los biorritmos humanos —en forma de cansancio o falta de concentración— podría ser más importante de lo que se suponía en un primer momento.

Entre tantos datos contradictorios, la única certeza es que permitir cambios horarios descoordinados entre los Estados miembros iría en detrimento del mercado interior. Si se pone fin a la obligatoriedad del cambio horario, cada país sería libre de elegir su zona horaria, pero Bruselas espera que sea cual sea la decisión final, los socios europeos no vayan por la vía unilateral y exista un marco común.

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