«Hace poco, me llamó y me dijo, con el buen humor y la simpatía que tenía, que acelerase con el tomo número once de las obras completas de "Clarín", en el que ella había participado, porque estaba enferma y quería verlo antes de morir». Camilo López, director de la editorial Nobel, recuerda así a Sofía Martín-Gamero y González Posada, profesora y filóloga, nieta de Adolfo Posada y especialista en lengua y literatura inglesas y en la obra de Leopoldo Alas «Clarín».
Falleció en la casa Madrid que compartía con su hermana mayor, Amalia, el miércoles, a la edad de 80 años, después de mucho tiempo de lucha contra el cáncer.
Sofía Martín-Gamero era, según Camilo López, «una mujer llena de fuerza» que había nacido en el seno de una familia de tradición liberal, y tanto ella como Amalia cursaron estudios universitarios. «Sofía y Amalia fueron también las depositarias del legado de su abuelo, don Adolfo Posada», explicó el catedrático emérito José María Martínez Cachero, especialista asimismo en la obra de Clarín. El profesor Martínez Cachero destacó la fraternal amistad entre Adolfo Posada y Leopoldo Alas, que «comenzó a fraguarse en la Universidad de Oviedo, donde ambos estudiaban la licenciatura de Derecho». Por esta época se despertaron las aficiones periodísticas del autor de «La Regenta», que tomaron la forma de un diario artesanal titulado «Juan Ruiz», cuyo director, redactor y amanuense fue el propio Alas y que llegó a manos de gran parte de la sociedad ovetense.
«Esta relación prosiguió en Madrid, donde cursaron su doctorado. Ambos mantenían una comunidad ideológica grande. No me atrevo a decir que Posada fuera el mejor amigo de Clarín, pero sí uno de los mejores», señaló el profesor Martínez Cachero, quien precisa que los dos fueron discípulos de Francisco Giner de los Ríos, con quien compartían los presupuestos del krausismo, que supuso la renovación de la vida intelectual y moral española de la época.
Una de las últimas frases de Clarín moribundo hizo referencia a Posada. Esa muerte, en 1901, no acabó con la comunión: en 1946, se publicó un volumen biográfico de Posada -al que la viuda de Alas regaló el manuscrito del periódico juvenil «Juan Ruiz»- sobre el autor de «La Regenta», «con muchísimas referencias de primera mano» y «donde queda clara la magnífica relación entre ellos», apuntó Martínez Cachero.
Esa misma amistad inquebrantable deparó a Sofía Martín-Gamero la oportunidad de poner a prueba sus dotes de filóloga aunque lejos de su especialidad: en 1985, procuró una cuidada edición del texto de «Juan Ruiz», transcrito, prologado y anotado por ella.
El diario fue adquirido a las hermanas Martín-Gamero por el Principado en 2001 junto con diez cartas de Clarín a Posada, un cuento, tres poemas, recortes de prensa, notas para una conferencia y una hoja de méritos.
En aquella ocasión, Sofía y Amalia, declararon: «"Juan Ruiz" ha sido un tesoro y un mito en nuestra familia. El abuelo nos hablaba constantemente de su importancia y nos insistía en que lo respetásemos. Ahora está en Asturias, donde debía estar».
Pocos meses antes de morir, Sofía pudo ver su edición del «Juan Ruiz» integrada en el undécimo tomo de las «Obras completas de Clarín», editadas por Nobel.
