jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioEmpresaBBVAFamilias empresarias y grandes empresas familiares en América Latina y España:Visión de...
Paloma Fernández Pérez y Andrea Lluch (ed) / Fundacion BBVA

Familias empresarias y grandes empresas familiares en América Latina y España:Visión de largo plazo

Redacción
El suicidio de Blesa, expresidente de Cajamadrid, precursora de Bankia, ha puesto de actualidad este libro gratuito de la Fundación BBVA, cuyos datos y algunas conclusiones enfrentan las empresas familiares al capitalismo clientelar o de amiguetes extendido en España a partir de los años ochenta, y especialmente con las privatizaciones de los gobiernos de Aznar y Rato en Tabacalera o Telefonica de Blesa, ENDESA de Martín Villa y Pizarro, REE antes de Atienza y ahora de Folgado, INDRA, BBVA, etc

Son numerosos los libros y artículos que analizan las claves del éxito de las familias empresarias y grupos familiares que perduran en el tiempo si bien la gran mayoría de los negocios registrados como empresas desaparecen en dos generaciones.  Pero aunque esos datos pudieran hacer pensar en el fracaso de este tipo de empresas, a través del estudio a lo largo de más de un siglo de los mayores negocios familiares de ocho países de América Latina —Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Honduras, México y Perú— además de España, esta obra pone de manifiesto que las familias empresarias desaparecen de una empresa y surgen en otras continuando con la actividad a lo largo de décadas en un continuo proceso de adaptación, diversificándose en sectores que presentan mayores expectativas de rentabilidad o seguridad, alterando para ello la denominación jurídica de los negocios, el organigrama o los esquemas de gobierno. 

En este portal web que acompaña al texto íntegro y gratuito del libro se ofrecen distintos recursos adicionales como un análisis estadístico y gráfico de los datos resultado de esta investigación, además de una base de datos que recoge información sobre los mayores negocios familiares en los nueve países analizados para el año 2010. Existe un creciente consenso sobre que el entorno institucional importa y mucho, el análisis institucional de gobierno corporativo permanece escaso (Aguilera y Jackson 2003; Heugens y otros 2009; Peng y Yiang 2009), según dicen Carmen Galve y Alejandro Fernández Trasovares de la Universidad de Zaragoza.

En los cuadros y gráficosde los gran des negocios familiares latinos en 2010 se muestra una gran especialización en comercio minorista, alimentación y metales comunes. Es ahí donde destacan gran parte de los mayores gigantes de control familiar en estos países, por el indicador de ventas. El 25% de las ventas agregadas proceden del sector de comercio minorista (ISIC 47), y este sector concentra la mayor cantidad de personal (34,9%); el segundo, que engloba ventas del 11,7%, es el sector de alimentación, alcanzando solo el 9,95% en personal. El tercer sector por ven- tas agregadas corresponde a metales comunes con el 8,97% del total. La cuarta posición la ocupa el sector de bebidas con un 6,30%. El comercio mayorista aglomera un 4,23%. El transporte aéreo representa el 4,13% al igual que el sector de productos químicos. La construcción ocupa la posición ocho por ventas, representada en un 4,09%. 

El comercio minorista, el que mayor ventas representa del total, se encuentra liderado por España (Mercadona, El Corte Inglés); el sector de alimentación por México (Bimbo); el rubro de metales comunes por Brasil (CSN) y Argentina (Tenaris); las bebidas las domina México (Femsa, Modelo); el comercio mayorista España (Inditex); el transporte aéreo es encabezado por Brasil (TAM); los productos químicos también por Brasil (Braskem); la construcción la domina España (FCC); las actividades de oficinas principales Mé xico (Alfa); el sector de otros minerales también México (Cemex); los servicios financieros están compartidos por Perú (Credicorp), Chile (Banco de Chile) y Argentina (Banco de Galicia y Buenos Aires). El sector de la energía y gas lo domina Chile (Copec) y el de las telecomunicaciones México (Telmex). 

Atendiendo al indicador o proxy de desempeño de los secto res, medido con una variante del indicador RONA5 (por su sigla en inglés de return on net assets) o rentabilidad de los activos netos, se tiene información del rendimiento que tienen los sectores de su inversión en activos en cada uno de los países de la muestra. En el sector de comercio minorista destaca la eficiencia de acti vos en Perú (Supermercados Peruanos) y España (Mercadona). En el sector alimenticio lideran en desempeño de activos Alicorp  (Perú) y Mastellone Hnos. (Argentina). En metales comunes el liderazgo lo lleva CI Fundición Escobar de Colombia. En bebidas encontramos una empresa peruana (Corporación José R. Lindley). Para el sector de la construcción se encuentra la brasileña Constructora Norberto Odebrecht.

Atendiendo al indicador de Activos netos, resalta que las empresas y grupos especializados en construcción, química, metales y telecomunicaciones, lideran los rankings de mayores em presas y grupos de América Latina y España, por la muestra de países y empresas utilizadas en este estudio. Sin embargo, adoptar este criterio supondría sobrevalorar el período histórico posterior a la década de 1980 en un estudio que queremos que sea de todo un siglo: fue a partir de 1980 cuando se sentaron las condiciones financieras, reguladoras y de mercado que favorecieron la expansión de grandes grupos privados familiares en estos sectores capital intensivos, y en general ello no fue así en períodos anteriores en los que dominó la presencia del Estado en la industria más tecnológica y capital intensiva. Por lo tanto, nos pareció que adoptar el criterio de ventas permitía tener una mayor visibilidad de todos aquellos sectores y empresas, y grupos, en los que la intervención del Estado no había sido la clave determinante de las mayores ventajas competitivas. El comercio minorista, alimentación y bebidas, servicios de transporte y alojamiento y de turismo, quedan con el indicador de ventas mucho más visibles en las primeras posiciones de rankings de la cúpula de los mayores negocios familiares.

Optar por las ventas para reconstruir una imagen actual de quiénes son los protagonistas actuales de los negocios regidos por familias en la región permitía, además, conectar con muchas de las ideas y evidencias empíricas que la reconstrucción histórica nos ha indicado: la importancia de las redes informales, del contacto con los mercados locales y regionales, la relevancia del parentesco para reducir costes de financiación y elevadas situaciones de riesgo. El análisis de largo plazo de las familias empresarias se realiza en este libro partiendo del reconocimiento de una situación presente donde las pymes y las redes ocupan el top 20 de los pequeños países centroamericanos como Costa Rica y Hon- duras; donde la inmigración y el profundo conocimiento de las realidades locales y regionales permitió arrancar gigantes como Cemex y Bimbo en México; donde la presión del Estado y su inter- vencionismo desvió recursos a sectores capital intensivos dejando amplios espacios para la capacidad de las familias empresarias de detectar oportunidades y necesidades de sus mercados como en España o Perú 

La influencoia deñl Estado… hasta en las empresas familiares 

La importancia del entorno es también fundamental para entender la enorme influencia del Estado en crear condiciones que apoyan o estrangulan iniciativas emprendedoras de las familias en el tiempo. A este respecto, los análisis de largo plazo y el ca- pítulo comparativo de Javier Vidal, invitan a no aplicar estereo- tipos o dogmatismos rápidos. Por una parte, los capítulos sobre Argentina, Chile, España y Perú, inciden en el carácter de con- vulsión que significaron distintos gobiernos dictatoriales en el pa- norama de familias emprendedoras preexistentes: en contextos bien distintos propios de cada país, el brusco cambio de reglas del juego que supuso la llegada de regímenes dictatoriales bloqueó el desarrollo de algunas familias en negocios tradicionales o en negocios que chocaban con intereses estratégicos de los nuevos gobiernos resultantes de la diversidad de dictaduras establecidas en la región. El libro demuestra, sin embargo, que no es una rela- ción lineal la existente entre familias emprendedoras y gobiernos autoritarios: algunos proyectos políticos autoritarios alentaron el surgimiento y la concentración de empresas y grupos familiares de origen nacional, y en algunos países centroamericanos la legislación explícitamente protegió la creación y crecimiento de grupos de origen inmigrante por encima de la protección concedida a grupos de origen local, determinando así el rumbo acumulativo de expansión de algunos grupos y empresas familiares hasta el presente.

Otro hallazgo complementario de los análisis nacionales, y comparativos, de este libro pionero en analizar en el largo plazo la diversidad de las grandes empresas y grupos bajo control familiar en España y América Latina, es que el período denominado como desarrollismo y apertura en España y de industrialización promovida por el Estado en gran parte de América Latina —que tantas opiniones encontradas generó en la literatura económica— también pudo significar un entorno con ciertas condiciones favorables financieras, laborales, fiscales, para el crecimiento de numerosas familias empresarias que habían apostado, de manera modesta, por las industrias de bienes de consumo y los servicios en las décadas anteriores.

Ya sea en gobiernos democráticos o militares, de corte dirigista o neoliberal, un elemento que se desprende de estas in- vestigaciones es la fuerte interrelación entre Estado y negocios familiares y cómo el brusco cambio en las condiciones macroeco- nómicas e institucionales conllevó grandes desafíos para las em- presas familiares. Un ejemplo de combinación negativa de shocks externos e internos fue la crisis de la deuda externa en América Latina en el año 1982, instancia que conllevó la desaparición de grandes grupos y empresas familiares y la reformulación de po- líticas económicas que alteraron la composición interna de la cúpula de los mayores negocios controlados por familias en mu- chos países, aupando a nuevas caras a las primeras posiciones como en el caso de la familia Slim; un rumbo confirmado en la década de 1990 al abrazarse el paradigma de reformas de mer- cado. Otro ejemplo es el impacto tardío de la crisis energética de la década de 1970 en España, debido a la coincidencia de la muerte de Franco y la transición democrática con los shocks externos de los precios de la energía, que retrasó ajustes empre- sariales y condujo también en España, como en toda Europa, a una reordenación y aparición de grupos empresariales a partir de la década de 1980. 

No obstante, y como casi ningún proceso es lineal, cambios en legislaciones monetarias, laborales, fiscales y de comercio exterior, fueron una oportunidad para algunas familias emprendedo- ras capaces de adaptarse a entornos complejos. Asimismo, capítu- los como los de Brasil, Argentina, Perú, indican que no todas las familias y empresas se beneficiaron de los mismos programas de promoción, y, en general, estas políticas alentaron un patrón de diversificación (al menos hasta los años noventa), la cual pareció ser una estrategia adecuada para mantenerse y crecer en turbu- lentos mercados siempre que no alcanzara niveles inmanejables.

Por su parte, el apoyo estatal a la promoción de algunos sectores industriales, como ejemplifica el caso del apoyo del BNDES en Brasil a sus grandes negocios privados, controlados o no por familias, como muestran los capítulos sobre Brasil de Armando dalla Costa, Carlos Eduardo Drumond y José María Las Heras y el de multinacionales latinas de Lourdes Casanova, es paradigmático sobre la gran importancia que puede tener la canalización de crédito público en décadas recientes para el crecimiento e internacionalización de medianas y grandes empresas familiares, más allá de políticas indirectas fiscales o monetarias que también pueden serles de enorme utilidad como resulta del análisis del diferencial impacto de las políticas monetarias argentinas y brasi- leñas dentro de MERCOSUR desde los años noventa. Al respecto, la internacionalización, a la que diversas firmas en distintos países apostaron desde fines de los años 1970 y en especial en las últimas décadas, parece ser un camino recorrido por aquellas experien- cias exitosas de crecimiento al lograrse una mayor independencia de las condiciones macroeconómicas locales.

En el caso de la influencia de la entrada masiva de capital, trabajo y organizaciones empresariales extranjeras en España y América Latina, este libro confirma lo que expertos en historia de la globalización indicaron en general sobre la afluencia de nuevos recursos que se aprovecharon con gran desigualdad. En las pá- ginas previas se demuestra que en Honduras, Costa Rica, Brasil, Perú, Argentina y España, desde fines del siglo xix y principios del siglo xx, fueron multinacionales las que impulsaron la entrada de capital foráneo a la actividad productora y exportadora en mine- ría, sectores intensivos en capital y para la construcción de una incipiente red de transportes interior, infraestructura y servicios. Se habría generado así, en líneas generales, una especialización diferencial entre capital extranjero y gran capital familiar local. La mayor presencia del Estado en las economías sujeto de estudio en este libro, tal como ya se mencionó, alentó luego el surgimiento (con éxitos diferenciales) de «campeones nacionales» públicos o privados que desarrollaron actividades productivas considera- das estratégicas y que disminuyeron la dependencia exterior. Las multinacionales extranjeras, sin embargo, siguieron ocupando un espacio fundamental, tal como analizan los capítulos para Brasil y Argentina. Mientras que, en décadas más recientes, otros trabajos del libro enfatizan la importancia de las alianzas entre grandes grupos familiares y capitales extranjeros para el desarrollo de ne- gocios estratégicos, como ilustran los capítulos de México, Chile, Perú y España.

Un factor que, sin duda, alentó el desarrollo de la empresa familiar en países de Centroamérica y en la Argentina, Chile y Perú, fue la inmigración, sobre todo la europea, en segundo lugar la procedente de las regiones de Oriente Próximo (sirios, libaneses, palestinos, árabes, armenios) y con menor impacto en los mayo- res negocios de Latinoamérica la procedente de Asia y Africa. El dinamismo emprendedor de numerosas comunidades de inmi- grantes que utilizaron redes locales y transnacionales para el flujo de capitales, know-how, recursos humanos y mercancías o servicios, ha sido destacado hace tiempo por la historiografía, la sociolo- gía y la antropología interesada en su presencia y su actividad en América Latina. Sus negocios a menudo estuvieron concentrados inicialmente hasta mediados de siglo xx en sectores relativamen- te poco intensivos en capital como la fabricación y distribución de alimentos y bebidas, el textil, la construcción, la financiación de industrias de consumo, la pesca y las conservas, las industrias papeleras, el transporte interior por río y carretera y también en las industrias auxiliares de las grandes multinacionales (en trans- portes, energía, comunicaciones). Y, por supuesto, en el sector de la prensa y la comunicación, que tan íntima conexión tuvo con crear condiciones de opinión favorables a la entrada en política de familias empresarias, como revela magistralmente el capítulo sobre Colombia y como se indica, igualmente, con los casos de los grupos Planeta en España, Clarín en Argentina, El Mercurio en Chile y El Comercio en Perú, por citar solo algunos ejemplos. Así, este libro retrata cómo los flujos migratorios fueron un factor fun- damental en la creación de emprendeduría y de dinastías fami- liares, con las diferentes oleadas de inmigrantes que se movieron por América Latina y las distintas etapas de emigración registra- das en España, desde finales del siglo xix. Aunque el influjo de la inmigración europea a América Latina y la emigración española a América, se redujo progresivamente, sobre todo a partir de me- diados de siglo xx, es interesante resaltar que aún para mediados del siglo xx distintos capítulos retratan la fuerte vinculación en- tre empresa familiar de tamaño medio y grande y migraciones en América Latina y España. 

Blesa, hujo del capitalismo clientelar y de amiguetes 

Con datos de este libro, Carlos Hernánz escribe este domingo en EL CONFIDENCIAL que Blesa nunca fue el marqués de Comillas. Aquel prodigioso empresario que fundó la Compañía Trasatlántica Española, el Banco Hispano Colonial o la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Tampoco pudo ser como los Roca Soler, capaces de transformar el antiguo taller levantado por su bisabuelo, Ignasi Soler, en 1830, en una gran fábrica de productos sanitarios que hoy se asoma a medio mundo. Ni, por supuesto, imitó a los Raventós, a los Grifols, a los Churruca, a los Roviralta, a los Arteche, a los Oriol, a los Aznar, a los Careaga, a los Urquijo o a los De la Sota. Ni, por supuesto, tuvo que ver nada con los Ybarra-Zubiría, el clan familiar hegemónico en la Vizcaya del primer tercio del siglo XX gracias al control que ejercían sobre el comercio de mineral y hierro, la siderurgia y la construcción naval. Tampoco Blesa imitó a Casimiro Mahou, que quiso vender cerveza en un país volcado al vino, o a los hermanos Figueroa Torres, que invirtieron en la minería de Marruecos, pero también en la explotación forestal, en bodegas, en ferrocarriles, y en un vasto etcétera a partir de las extensas propiedades agrarias y mineras heredadas de su padre, el marqués de Villamejor. Ni tampoco fue como la familia Lozano, fundadores de Azucarera del Ebro, uno de los oligopolios que durante años controlaron los precios del sector. Y aunque fuera andaluz de Linares, Blesa nunca fue como los Ybarra González, ni como los Osborne, ni como los Barrié de la Maza o los Herrero, barandas de la economía gallega y asturiana durante años gracias a ese maridaje casi perfecto entre banca e industria, verdaderamente hegemónico durante un siglo en el que el clientelismo político era santo y seña. Una especie de capitalismo familiar fuertemente endogámico que ha envuelto históricamente a la economía española y frenado su desarrollo.

Blesa, por el contrario, es descrito por Carlos Hernánz como hijo del capitalismo clientelar, del capitalismo de amiguetes nacido en torno al poder político tras la adhesión de España a la CEE, y que significó un paso atrás del Estado en sectores estratégicos como la banca, la producción de energía eléctrica, el petróleo, las autopistas o las telecomunicaciones, sectores que se entregaron de forma irreflexiva a nuevos gestores –una especie de desamortización encubierta pero tan ineficiente como la de Mendizábal– cuyo único mérito era haber estado cerca del poder. "Ahí estaban los compañeros de pupitre, los camaradas del partido y los abrazafarolas, cuya ciega y desmedida ambición pasaba únicamente por formar parte de la nueva aristocracia económica que se ha conformado en España en las tres últimas décadas. Y que, con el paso del tiempo, han hecho buena aquella vieja estrategia del canciller Bismarck para Alemania: precios altos y nula competencia en el mercado interior para favorecer el tamaño y la dimensión internacional de las empresas germanas. Así es como se ha creado la ‘armada española’.Pero Blesa, en realidad, no era más que un simple peón al servicio del poder, que siempre ha necesitado gestores cercanos y sumisos.

En la segunda mitad de los años 80, incluso, se llegó a crear una asociación de empresarios ¡¡de empresas públicas!!, dirigida por el socialista Antonio López, por entonces presidente de Amper, una especie de patrimonialización de la cosa pública verdaderamente insólita. Y que en los 90 alcanzó su máximo esplendor cuando el empuje privatizador de los gobiernos de Aznar creó una nueva élite empresarial al abrigo de los antiguos monopolios (Alierta, Pizarro,Martín Villa, Villalonga…). Todos ellos empresarios sin empresa.En realidad, nada nuevo. Alfonso XIII, durante sus años de reinado, entregó 214 privilegios de marqués, 167 de conde, 30 de vizconde y 28 baronías. En total, 439 títulos nobiliarios que en la España finisecular se repartieron –el dinero antes que la gloria– en forma de presidencias de consejo de administración. Y Blesa, como otros tantos, era uno de ellos. Uno de los elegidos.

España, lejos de la meritocracia. talento y esfuerzo

Según el mismo periodista, la historia de Blesa, en este sentido, es la misma que la de un país que ha huido de forma escandalosa de la meritocracia y del valor del talento y del esfuerzo. Sustituidos por el amiguismo, que, como dice el abogado Herzog, es la peor de las corrupciones, ya que apenas se ve. No deja huella. El amiguismo como fuente de todos los males.

La misma historia de un país que ha despreciado la creación de élites al estilo de la ENA francesa, donde se forman los altos funcionarios para servir a la república, no para configurar una fatal endogamia entre el poder político y el empresarial, y que ha tenido en las cajas de ahorros su máxima expresión. En realidad, el lamentable exponente de lo que el economista César Molinas denominó en su día con acierto gobierno de las 'elites extractivas' por la deficiente calidad de las instituciones, y que en el fondo está detrás de la corrupción. Una corrupción que empieza justo en el momento en que alguien coloca a su amigo en un puesto clave por el hecho de serlo.

Blesa, en definitiva, no era más que una pieza clave de un engranaje deplorable. Blesa invertía donde querían Esperanza Aguirre o Gallardón. ¿O es que Núñez Feijóo se rebeló sin argumentos cuando Galicia se quedaba sin sus quebradas cajas de ahorros? Lo hizo, como tantos otros, porque quería seguir mangoneando. Como en todas las cajas de ahorros del país. ¿Tiene sentido aún hoy que los políticos o sus acólitos se sigan sentando en los consejos de administración de las empresas públicas?, concluye EL CONFIDENCIAL.

Editoras:

Paloma Fernández Pérez, doctora en Historia por la Universidad de California en Berkeley, es profesora de la Universidad de Barcelona y miembro del Consejo de la European Business History Association. Obtuvo el Premio ICREA Academia en 2008 y 2013. Es editora, con M. B. Rose, de Innovation and entrepreneurial networks in Europe (2010), con C. Lubinski y J. Fear, de Family multinationals (2013) y, con A. Colli, de The endurance of family businesses. A global overview(2013). Es coeditora de la revista Business History.

Andrea Lluch es doctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Ha realizado estudios posdoctorales en la Harvard Business School (2006-2007), y en la actualidad es investigadora adjunta en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas desde 2008 y profesora titular en la Universidad Nacional de La Pampa desde 2013. Es associate researcher en el DRCLAs-Harvard University desde 2009. Ha sido investigadora asociada, directora del Centro de Estudios de Historia y Desarrollo de Empresas en la Universidad de San Andrés entre 2010 y 2013 y faculty research fellow en la Harvard Business School (2008 y 2009). Es coeditora con Geoffrey Jones de El impacto histórico de la globalización: empresas y empresarios (Buenos Aires, 2011).


Autores del libro:

Parte 1.  Análisis comparativos

Carmen Galve Górriz, Alejandro Hernández Trasobares, Lourdes Casanova, Javier Vidal Olivares y Nuria Puig.

Parte 2.  Grandes mercados nacionales y grandes grupos familiares (México, Brasil, Argentina)

Mario Cerutti, Armando Dalla Costa, Carlos Eduardo Drumond, José María Las Heras, María Inés Barbero y Andrea Lluch.

Parte 3.  Familias empresarias y política en mercados de tamaño pequeño y medio (Colombia, Costa Rica, Honduras)

Carlos Dávila L. de Guevara, Juan Carlos Leiva Bonilla, Erick Guillén Miranda, Allan Discua Cruz, Concepción Ramos, Claudia Raudales y Lourdes Fortín.

Parte 4.  Familias empresarias entre la dictadura y la democracia (España, Perú, Chile): desde mercados estrechos regulados al mercado global

Paloma Férnandez Pérez, Pablo Díaz Morlán, Martín Monsalve Zanatti y Jon Martínez Echezárraga.


Autores del apéndice: 

Paloma Fernández Pérez y Jaime Alexander López Guauque, con datos proporcionados por: 

María Inés Barbero, Mario Cerutti, Armando Dalla Costa, Carlos Dávila L. de Guevara, Julia Díaz, Allan Discua Cruz, Carlos Eduardo Drumond, Lourdes Fortín, Carmen Galve Górriz, Erick Guillén Miranda, Alejandro Hernández Trasobares, Juan Carlos Leiva Bonilla, Andrea Lluch, Jon Martínez Echezárraga, Martín Monsalve Zanatti, Concepción Ramos y Claudia Raudales.

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad