Jaume Sanllorente era un periodista económico de Barcelona al que un viaje a Bombay le cambió la vida en 2003. Allí visitó un orfanato, que estaba a punto cerrar, y descubrió que 40 niños podían acabar en manos de las mafias de la prostitución. Entonces tomó una decisión: "Me quede impresionado por la indefensión y la falta de derechos, sobre todo de los niños. Así que volví a Barcelona, vendí mi piso, dejé mi trabajo y decidí crear una ONG (Sonrisas de Bombay) para protegerlos. Y de esos 40 niños, en nueve años, hemos pasado a ayudar a más de 5.000 personas".
"La organización tiene proyectos de educación, salud y ayuda en el desarrollo socioeconómico de grupos marginados en el norte de Bombay -asegura Jaume-. Hemos preferido centrarnos en una zona pequeña para poder conseguir una transformación social verdadera. De esta forma el proyecto puede ser sostenible".


En cuanto al nombre: "Fue casi como una inspiración divina. Tenía muchos nombres, pero una noche que no podía dormir y pensaba en la cama, se me vino a la cabeza Sonrisas de Bombay, y fue un acierto".
"Las sonrisas de los niños de la India son agradecidas, sinceras y llenas de buenos deseos -asegura Jaume- Las echo de menos cuando llego a España, porque parece que aquí nos cuesta sonreír. Una sonrisa es gratis y da mucho a la persona que la recibe. Tendríamos que sonreír más".
En la India muchos niños son obligados a mendigar (llegan a cortarles las manos o las piernas para que den más pena) o a prostituirse. "La esclavitud sexual es una de las lacras de la India -asegura Jaume- que en su novela “La Canción de la Concubina-Espasa” habla del tráfico de mujeres en Filipinas". Allí me hice pasar por un proxeneta y estuvieron a punto de venderme a 20 mujeres para que me las trajera a Europa.
"La visión de los medios de comunicación sobre la vida en la India es irreal -añade Jaume-. Me da mucho coraje cuando se dice la frase: "Que felices parecen". Aunque no tienen nada, los hindúes ofrecen sonrisas porque son corteses, educados, hospitalarios… y tienen un sentido de la dignidad muy diferente al nuestro. Pero nadie puede ser feliz teniendo que ver como su hijo se prostituye o las mafias les cortan las extremidades".
"En España lo estamos pasando muy mal pero no es comparable con la indefensión absoluta que se vive en la India.
Aunque muchos hindús le comparan con un héroe, Jaume ha comprobado en sus carnes que hacer el bien no es tan idílico como parece, ya que ha sufrido amenazas de muerte de las mafias, a las que ha arrebatado niños y niñas que podían haber usado para mendigar o prostituirse.
Si quieres saber más sobre Sonrisas de Bombay.
¿Qué te gustaría Jaume ser de mayor? Dejar de trabajar a nivel organizacional porque ya no hay pobreza en Bombay.
Mar Souto Romero
Profesora doctora Universidad.
Consultora de Empresas.
Programa de Radio "Querer vivir/Querer comprender" en 107.3 Fm.
Consejo editorial Ibercampus.