“Todos los estudios europeos, si pecan de algo, es de ser excesivamente teóricos; esto se ve en la comparación con el caso americano y, en general, Europa ha sido la rigidez frente a Estados Unidos, que ha sido la flexibilidad”, indicó.
Para acabar con esa tendencia, Francisco Michavila, que también fue nombrado rector honorario de
Con respecto al caso español, opinó que “la reforma de la ley orgánica de universidades (LOU) es un paso en la buena dirección. Es un paso en la línea de dar mayor autonomía a las universidades, de dar mayor libertad para que las universidades puedan reorganizarse y reducir la rigidez, aunque aún quedan por dar bastantes pasos más, ya que tenemos en España un sistema, desde hace bastantes años, como en otros países, demasiado rígido, con demasiadas normas”.
Por ello, señaló, “hay que hacer un sistema más flexible, con menos normas y que sea capaz de adaptarse a la demanda social”. Por ese camino, insistió, marcha la LOE, que “da mayor autonomía, mayor libertad de actuación a las universidades, por ejemplo en su oferta académica y en ciertos aspectos de su organización”.