Nadie sugiere que el reciente declive económico no haya tenido un impacto en las escuelas de negocios, todo lo contrario. En todo el mundo, decanos y académicos de los mejores cursos de MBA, con pocas excepciones, han protagonizado la llamada al cambio. Quieren situarse entre los primeros que rectifiquen la situación, eficazmente y con un mayor nivel de responsabilidad.
El decano de la Tuck Business School, Paul Danos, un defensor activo de la reforma, fue quizás el primero en ponerle una cifra al problema. Según él, “actualmente menos de un 1% de todos los MBAs en práctica en las grandes empresas del mundo han sido responsables de la crisis”. Considera que “la culpa se encuentra compartida por un grupo relativamente pequeño de personas, incluyendo, por supuesto, los MBAs de algunas instituciones financieras, políticos y varios reguladores gubernamentales. Y las reformas son absolutamente necesarias”.
De hecho, los diseñadores de los cursos, los decanos y los académicos han estado involucrados desde el inicio de la crisis en lo que The Economist llamó, acertadamente, “una reevaluación de los fundamentos de las escuelas”. Esto se debe a las continuas exigencias del grupo actual de candidatos MBA. Las estadísticas, como QS TopMBA.com Applicant Survey 2009, muestran que los candidatos de MBA están preocupados, más que nunca, en encontrar el equilibrio: es fundamental convertir la sostenibilidad y la responsabilidad social en prioridades del mundo de los negocios. Otros estudios revelan el descenso del número de MBAs interesados en trabajar para empresas controvertidas, como pueden ser las empresas de tabaco o la defensa.
Nunzio Quacquarelli, director general de QS, la organizadora del QS World MBA Tour, asegura que este proceso de mejora ha estado presente desde hace unos años, incluso antes de la actual crisis económica. “Las escuelas están constantemente esforzándose por mejorar sus cursos, sobre todo, en los campos de gestión societaria y responsabilidad social, por demanda de sus clientes: los estudiantes de MBA”, afirma Quacquarelli.
Los directores de las escuelas son conscientes de la existencia éste grupo de candidatos MBA con conciencia social. Como intermediarios de este movimiento y las necesidades del mundo empresarial de la pos-recesión, los cursos de MBA hacen evidente que un cambio es necesario.
El decano asociado de programas de ESMT en Berlín, Zoltán Antal-Mokos, asegura que el efecto de la recesión ha dado pie a “una reflexión en las escuelas de negocios y a una presión por parte de todos los individuos o grupos con interés en la empresa (stakeholders), para desarrollar cursos que fomenten el liderazgo responsable”. Continúa afirmando que hoy en día se ha convertido en una prerrogativa, ya que está claro que “las escuelas cuyos cursos mejor reflejen la preocupación por la sociedad y que provean conexiones empresariales concretas tendrán más aceptación”.
Existen aplicaciones prácticas para todo esto como, por ejemplo, en la selección de candidatos MBAs. Después de todo, las escuelas de negocios son extremadamente selectivas a la hora de repartir plazas. Algunas, como la Tuck Business School, mantienen un límite de 35 estudiantes por clase a pesar de que, se podría pensar, tiene capacidad suficiente para duplicar sus ingresos con el doble de alumnos. La diversidad es esencial para las escuelas de negocios y la “Generación Y” ofrece la posibilidad de explorar una nueva categoría de diversidad.
El director de programas de la Nyenrode Business University, el doctor Eric Melse, habla de esta selección: “Buscamos estudiantes que están interesados en convertirse en líderes y seguidores valientes. Creemos firmemente que los negocios, al igual que la sociedad, se verán mucho más beneficiados si los estudiantes de MBA están inclinados a escuchar antes de expresar su opinión.”
La columnista Lucy Kellaway tiene razón al afirmar que los tiempos son duros. Los salarios de muchos sectores han sufrido un descenso, en particular en el sector bancario. Los sueldos no son tan proporcionalmente elevados como hace unos años y los trabajos en grandes corporaciones son más difíciles de encontrar. No obstante, las solicitudes a las escuelas de negocios, animadas por la recesión, han aumentado significativamente. 2009 fue un año record en cuanto al número de solicitudes presentadas en las escuelas y 2010 promete por lo menos igualar la cifra. Más MBAs que nunca están utilizando sus habilidades para trabajar en proyectos en India o en China. También están buscando fuera de los sectores tradicionales, de elevados salarios, donde el dinero es el objetivo principal. Crece igualmente la cifra de MBAs que buscan, a través de organizaciones como MBAs Sin Fronteras, cargos en ONGs en países en vías de desarrollo con salarios más modestos.
Por ello, podemos concluir que es cierto que los informes sobre la muerte del MBA han sido exagerados.
Fuente: Monster.es
