jueves,18 agosto 2022
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Nick Srnicek, Alex Williams / Editorial Malpaso

Inventar el futuro: Postcapitalismo y un mundo sin trabajo

Redacción
Este libro es una ampliación del "Manifiesto aceleracionista" que los autores publicaron en 2013 y que se convirtió en un texto de referencia traducido a varios idiomas. Su tesis es que el neoliberalismo no está funcionando, pues en las últimas décadas sus políticas han arrastrado a millones de personas a la pobreza y a otras muchas a trabajos precarios y mal pagados. Propone una alternativa: "Inventar el futuro", que es un audaz y mejor documentado manifiesto sobre la vida tras el capitalismo.

En la línea de crítica de "La crisis del neoliberalismo" de Gerard Dumenil, aunque más ceñido a la de añadir diagnísticos de aceleración como Rapfael Nagel en Turbocapitalismo, y sobre todo propuestas como Paul Mason en "Postcapitalismo: hacia un nuevo futuro", Nick Srnicek y Alex Williams urgen a la izquierda nuevos posicionamientos ante las tecnologías tras criticarla duramente por mantenerse atrapada en una serie de prácticas que rara vez ofrecen un respiro y menos aún una solución a la crisis. Prácticas que no afrontan el hecho de que el 99% de la población se enfrenta al 1% que controla más del 50% de la riqueza mundial, aunque sirjan cada vez más criticas como las d elos movimientos Occupy o el 15M.

En contra de los voceros de la derecha que una y otra vez proclaman el fin de la historia, Nick Srnicek y Alex Williams –autores del célebre "Manifiesto aceleracionista"– demuestran en estas páginas que otro mundo es posible. Opuestos a los ideólogos de izquierda que temen irracionalmente a los avances tecnológicos que según autores como José Terceiro y Gustavo Matías nos conducen desde la década de los noventa hacia el Digitalismo propio de una nueva era como la del infolítico , Srnicek y Williams demandan una economía poscapitalista en la que la tecnología nos libere del trabajo y amplíe nuestras libertades. Ésta es una obra de radical imaginación política y un llamado a "inventar el futuro" antes de que se nos imponga.

Comentario en vídeo de los editores

Ante la exclusión de personas que quedan fuera del mercado laboral y se ven obligadas a realizar trabajos menos atractivos para poder obtener un salario que les permita vivir, los autores pretenden eliminar la concepción de trabajo como un medio necesario para la supervivencia y delegar en la tecnología para sustituir la fuerza de trabajo. El trabajo se concibe como parte de la identidad de una persona y aún cuando no le hace sentirse realizado, lo ve como una necesidad fundamental para la subsistencia. Creemos que deshacernos de esa cultura es uno de los mayores retos.

Sin embargo, arremeten la extendida idea de que la tecnología es la enemiga que genera más desempleo por la utilización de robots que sustituyen la mano de obra. Es una idea impuesta por la prensa y las instituciones académicas principalmente y cambiar este discurso es el primer paso hacia un proceso reformista. Opinan que la tecnología puede suponer una reducción del desempleo, una mejora en la salud mental de las personas por la depresión y ansiedad ligadas al trabajo y un beneficio para el medio ambiente, por reducir el CO2 generado por el transporte o los procesos de producción tradicionales.

Propuesta de salario básico universal

Entre sus propuestas para construir una nueva economía, destaca la de establecer un salario básico universal con el que la gente pueda satisfacer sus necesidades sin tener que delegar en actividad laboral para cubrirlas. Pero reconocen que es un problema complejo y difícil de solventar en la práctica, pues cada país cuenta con unos salarios mínimos y con un coste de los bienes y productos distinto, e incluso que hay poblaciones que ni siquieratienen un salario mínimo.

Otra medida también en línea con Paus Mason es la de de reducir las jornadas laborales. Ante las personas que trabajan horas excesivas para alcanzar un nivel económico digno en trabajos que no desean hacer, lo cual genera en muchos casos deterioro en la salud mental, dicen que la situación es totalmente solventable eliminando trabajos y procesos que no tenemos por qué realizar nosotros.

Frente a la acumulación de las élicites, propugnan dos opciones: un proyecto para sustituir a la élite política o el aumento de personas dentro de las élites que creen que el modelo actual no es sostenible. Ahí juegan un papel importante los medios y las uniones de trabajadores en la creación de un discurso afín a esta ideología. De todos modos, creemos que las élites están cada vez más convencidas de la crisis del capitalismo.

Y recomiendan a los ciudadanos involucrarse más en grupos políticos para organizar un movimiento hegemónico y dar fuerza a las ideas, para que del debate entre estos círculos de ciudadanos se cree un cambio en la conciencia social. 

Respecto a los movimientos de protesta como Occupy en Estados Unidos o el 15M en España, los autores dicen que apelaban a lo que no querían, pero no promovían medidas para conseguir lo que sí querían. Lo importante es poder combinar esas ideas rompedoras dentro de partidos más tradicionales para ejercer la presión suficiente para un potencial cambio.

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