La investigación muestra que una variante del gen que codifica la proteína tiorredoxina reductasa-1, denominada TrxR-1-v3, se expresa en varias líneas celulares cancerosas humanas y que en algunos casos, dicha expresión se regula por hormonas sexuales. Además, los investigadores han descubierto que la sobreexpresión de esta proteína provoca la aparición de prolongaciones de la membrana celular semejantes a unos dedos, denominados filopodios, afectando de forma dramática la morfología y motilidad de las células. Como asegura el investigador Antonio Miranda, en conjunto, estos datos sugieren que TrxR-1-v3 podría ser una nueva e importante diana para el estudio de los mecanismos por los que las células tumorales alteran su motilidad, invasividad y capacidad metastásica.
Esas prolongaciones de la membrana celular son debidas al dominio glutarredoxina de
Por lo que respecta a TrxR-1-v3, antes de la publicación de este trabajo sólo se conocía que esta variante de la tiorredoxina reductasa-1 se expresaba principalmente en el testículo. También, aunque en menor medida, TrxR-1-v3 se encuentra en el ovario, que es el órgano donde se sintetizan los estrógenos u hormonas sexuales femeninas. En este estudio se ha determinado que TrxR-1-v3 se produce en las células de Leydig del testículo, que son las encargadas de producir testosterona u hormona sexual masculina. Además, se demuestra que TrxR-1-v3 también se expresa en líneas celulares tumorales humanas, y que su sobreexpresión altera su motilidad y morfología.
Como afirma el investigador Antonio Miranda, “desentrañar los mecanismos moleculares por los que esta variante de la tiorredoxina modifica la morfología y motilidad de las células que la expresan, podría contribuir a un mejor conocimiento de uno de los aspectos más importantes del cáncer, como es la motilidad y capacidad invasiva de los tumores y su posible regulación hormonal”.