jueves,18 agosto 2022
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Perjuicios en Santander, CaixaBank, Bankia, Sabadell y otros

Isolux eleva su récord de agujero a casi 4000 millones y supera los de Reyal Urbis y Martinsa

Redacción
El Grupo Isolux se ha erigido en la empresa concursada de España con el mayor agujero patrimonial de la historia, cifrado por el administrador concursal de la sociedad, Francisco Vera, en 3.830 millones de euros. El Estado y los bancos participantes en su consejo de administración destacan entre los principales afectados. Los mayores perjuicios se centran en Santander, CaixaBank, Bankia, Sabadell y otros

Con una deuda concursal de 5.695,3 millones, sin tener en cuenta el pasivo duplicado de entidades financieras ni el pasivo contingente, a la constructora, que suspendió pagos el pasado 4 de julio, solo le supera Martinsa Fadesa, que quebró con un pasivo de 7.005 millones. La inmobiliaria, sin embargo, arrojaba unas masas activas de 7.337 millones -con lo que presentaba un superávit patrimonial de 332 millones-, frente a los 1.865 millones de Isolux.

Todos estos datos superan ampliamente las cifras ofrecidas por la propia Isolux en julio pasado, cuando la deuda financiera ascendía a 1.900 millones, y están recogidos en el informe que la Administración Concursal presentó ayer en el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, relativo al concurso de acreedores declarado por las siete sociedades -la matriz y seis de sus filialesdel Grupo Isolux en julio de 2017. El documento incluye el análisis de las principales cuestiones relacionadas con la presentación de cada uno de los concursos, de la situación financiera de cada una de las sociedades, de las causas de su insolvencia y del detalle y valoración de sus masas activas y pasivas.

El perímetro inicial del concurso de acreedores incluye la estructura de Servicios Centrales del Grupo y la práctica totalidad del negocio de EPC: infraestructuras e ingeniería, tanto en España como en el resto del mundo. La evolución y riesgos del concurso llevarán, probablemente, a la necesidad de concursar la mayor parte de resto del grupo, según admitió ayer la empresa en una nota.

Tras la declaración de concurso se diagnosticó que no era viable tratar de mantener la actividad histórica de construcción del grupo y que, por tanto, había que priorizar la venta, traspaso y/o liquidación tanto de proyectos como de unidades de negocio, después de que en 2016 los ingresos cayeran a 750 millones, frente a los más de 2.000 millones de años precedentes. La crisis del sector de la construcción en España y de financiación, una fallida internacionalización y el abultado endeudamiento están detrás de la que será la mayor quiebra, en términos de déficit patrimonial, de la historia de España.eleva 

Según una documentación interna a la que que ha tenido acceso El Confidencial, el mapa del concurso de acreedores de Isolux deja en mal lugar a los responsables de riesgos de Santander y CaixaBank, que han perdido 825 y 600 millones de euros, respectivamente, según los datos del cierre de 2015. La deuda de ese ejercicio fiscal fue la que se tomó como referencia para el rescate pactado a mediados de 2016 y que suponía la reestructuración de 1.955,5 millones de préstamos, incluidos los 'project finance', y 1.611 millones en concepto de avales. En total, unos 3.600 millones a los que se añadieron los 300 millones inyectados en el acuerdo de reestructuración.

Finalmente, tras el canje de parte de esta deuda por capital, que convirtió a CaixaBank en el primer accionista de Isolux —15% del capital— y Santander, en el segundo (10%), el pasivo cuyo vencimiento se alargó ascendió a 1.514,7 millones, más otros casi 700 millones en avales. Nuevamente, la entidad con sede en Barcelona fue la que más riesgo asumió, ya que fue quien más crédito renegoció —318,2 millones—, más avales aportó —195,1 millones— y más capital puso encima de la mesa de la nueva línea de financiación de hasta 300 millones que acordó el llamado G-5: CaixaBank, Santander, Bankia, Popular y Sabadell.

Pero cuando Isolux pidió en enero de este año un segundo rescate, tal y como adelantó El Confidencial, el acuerdo entre estos cinco bancos para hacerse cargo de 695,9 millones en avales para que la empresa pudiera seguir operando con normalidad se rompió al negarse Santander a participar en una segunda línea de crédito de entre 300 y 500 millones adicionales. Al no poder hacer frente a sus obligaciones financieras, Isolux empezó a sufrir la ejecución de cerca de 200 millones en avales, por lo que al menos otros 400 millones se han convertido en préstamos morosos.

Ante esta situación, Isolux pidió el preconcurso de acreedores el pasado 31 de marzo y hoy solicitará el concurso que le llevará a subastar los pocos activos que pueden ser viables. En consecuencia, los acreedores tendrán que poner sus posiciones en bonos y acciones a cero y provisionar toda la deuda ya incobrable. Curiosamente, el más castigado va a ser el Santander, ya que, tras la adquisición del Popular,tiene que asumir el riesgo —213,8 millones entre créditos y avales— que le asumió el banco intervenido.

Bancos en el Consejo de administración de Isolux.En total, y según cálculos internos —ninguno de los bancos ha querido precisar lo que le adeuda Isolux—, Santander se tiene que apuntar un agujero de al menos 825 millones, mientras que CaixaBank pierde cerca de 600 millones teniendo en cuenta las aportaciones que ha hecho desde abril hasta junio para que la empresa pudiera pagar las nóminas de los empleados. Les siguen Bankia, que tenía una exposición de 465 millones cuando la empresa de ingeniería tuvo que ser rescatada por primera vez el pasado año, y Sabadell, con 215,9 millones. Como en los casos anteriores, parte de ese dinero ya fue convertido en acciones, que hoy no valen nada.

El Estado, otra vez pillado

Santander ya vendió 71,9 millones de deuda del denominado Tramo Ba un precio irrisorio cuando Isolux volvió a requerir un segundo rescate en enero de este año. Se negó en redondo, dinamitó las negociaciones para intentar salvar al grupo presidido hasta hoy por Nemesio Fernández Cuesta y se desprendió del 10% del capital, que acabó en manos de Goldman Sachs. Pero estas maniobras, lideradas por Javier Garcia-Carranza Benjumea, no le van a evitar tener que hacer una de las mayores provisiones por quiebra de los últimos años. Desde CaixaBank aseguran que ya han dotado toda la pérdida, después de que contra el ejercicio 2015 se anotasen unas pérdidas de 300 millones.

Entre el 'pool' de bancos afectados se encuentran Société Générale, Natixis, Unicaja, Liberbank, Bankinter e instituciones públicas como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), Banco Internacional de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). El organismo dependiente del Ministerio de Economía prestó 64 millones de euros a Isolux, que ya no va a recuperar. Un roto que se suma a los 161 millones que concedió en su día a Abengoa, que salvó de la quiebra tras una quita a los acreedores del 75%

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