P.- ¿Qué aporta la ingeniería al desarrollo de los países más necesitados?
R.- La ingeniería usa y evoluciona la tecnología, y la tecnología es una parte importante del desarrollo de las sociedades y las personas. En ISF pensamos que la tecnología no se puede aplicar buscando únicamente fines económicos. Tiene connotaciones sociales, culturales, etc., que han de tenerse en cuenta, y sobre todo, la tecnología ha de servir para el desarrollo de las personas. Por mencionar sólo el problema del agua, pensemos que son miles de millones las personas que no disponen de acceso adecuado al agua potable o a saneamiento, y la ingeniería puede y debe dar soluciones técnicas a estas personas. Pero además la ingeniería debe ser capaz de analizar en profundidad las causas de estas carencias y denunciar las situaciones que considere injustas. El acceso a los servicios básicos de agua, energía, infraestructuras y comunicaciones debe ser universal y ha de considerarse un derecho humano.
P.- Ingeniería Sin Fronteras es una ONG surgida en la Universidad… ¿Podría contar a nuestros lectores cuál es la historia de esta organización?
R.- ISF surgió en
P.- ¿Es la Universidad un buen foco para reclutar voluntarios o por el contrario cree que los estudiantes de hoy en día están poco implicados?
R.- En la Universidad existe un gran dinamismo y un gran compromiso por los asuntos sociales. Cada vez hay más oficinas de cooperación y voluntariado en las universidades, y eso corresponde a una demanda por parte del alumnado. Nuestra experiencia es que los estudiantes universitarios sí están abiertos por trabajar de forma altruista, con un grado de implicación bastante grande.
P.- ¿Qué lleva a un ingeniero a engrosar las filas de la organización que preside?
R.- El convencimiento de que los conocimientos adquiridos durante la carrera o la profesión pueden contribuir de manera muy importante al progreso de otros pueblos y otras sociedades diferentes a la nuestra, con muchas necesidades básicas no cubiertas.
P.- ¿Cuáles son los proyectos en los que trabaja ISF habitualmente? ¿A qué zonas prestan principal atención?
R.- ISF tiene en marcha ahora mismo más de 35 proyectos de cooperación para el desarrollo en el Sur, muchos de los cuales se engloban en alguno de los grandes programas que ejecutamos en América o África. Los sectores en los que trabajamos son Agua y Saneamiento, Infraestructuras y Redes de Servicios, Energía, Tecnologías de
P.- ¿Realizan ustedes actuaciones puntuales, por ejemplo, tras una catástrofe natural, o sus proyectos y acciones tienen una continuidad?
R.- En alguna ocasión se ha colaborado en una situación de emergencia, pero nuestra organización y filosofía está más centrada en los proyectos de desarrollo, aquellos que requieren una continuidad y que van destinados a fortalecer determinadas áreas de desarrollo de una comunidad, no tanto a paliar una necesidad urgente.
P.- Tanto o más importante como trabajar sobre el terreno en los países subdesarrollados es concienciar a los que vivimos en el primer mundo, ¿realiza ISF acciones en este sentido?
R.- Por supuesto, de hecho, nuestro trabajo en el Sur no tendría sentido sin actuar también en el Norte. Los proyectos son una parte de nuestro trabajo, pero tanto o más importante es trabajar en contar aquí qué es lo que está pasando y que alternativas existen. Los proyectos no dejan de ser un parche a las consecuencias, si no atacamos las causas no estaremos atajando el problema. Y las causas están también y principalmente en el Norte, por lo que las labores de sensibilización, educación e incidencia son fundamentales.