P.- El lema de la universidad es ‘el valor de la excelencia’. ¿Cuáles han sido los proyectos más destacables para conseguir este objetivo? ¿Y a medio y largo plazo, cuáles son sus propuestas?
R.- La excelencia sólo se puede alcanzar atendiendo coordinadamente a muchos aspectos. Importantes son la selección de alumnos y de profesorado, el rigor en el trabajo académico cotidiano, cuidar el conocimiento de idiomas, posibilitar la experiencia internacional mediante estancias en el extranjero y programas combinados con buenas universidades, garantizar que nuestros alumnos realicen durante su formación prácticas en empresas y, finalmente, cuidar el funcionamiento de los servicios generales de la universidad.
P.- Cada vez está más cerca el 2010, ¿cómo valora la puesta en marcha de la adaptación a Bolonia en nuestro país?
R.- Los avatares políticos de nuestro país han hecho que en los últimos años hayamos tenido tres ministras de Educación y Ciencia, cada una de las cuales inició una política distinta, incluso contraria a la de las demás, en lo referente a la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior. Parece que, por fin, el camino se halla definitivamente trazado. Como hemos perdido un tiempo precioso, ahora tenemos que ir con prisa. Los tres intentos que hemos experimentado demuestran que el llamado “proceso de Bolonia” se puede llevar a la práctica de diversas maneras. A mi modo de ver la sustitución de un catálogo de títulos por un registro, que ha establecido
P.- ¿Cómo se está afrontando dicho reto (el nuevo catálogo de titulaciones adaptadas) en
R.- Comillas tiene ya seis programas oficiales de postgrado y otros dos en proceso de aprobación que implantaremos en octubre próximo. También para octubre implantaremos algunos programas de grado y la intención es que, para octubre de 2009, podamos implantar todas las nuevas titulaciones de grado. Lo relevante es que vamos a continuar haciendo mejor lo que ya venimos haciendo bien. Si he de resumir en dos palabras lo que queremos hacer, esas palabras son calidad e identidad. Las posibilidades pedagógicas implicadas en el proceso de Bolonia no nos pillan de sorpresa, pues son connaturales al sistema pedagógico tradicional de la enseñanza universitaria jesuítica.
P.- Como rector de un centro privado, ¿qué opina de la ley por la que se rigen las universidades,
R.- Creo que la ley mejora mucho la regulación que teníamos. Queda pendiente la financiación, tema en el que la ley no ha entrado. Creo que es imprescindible separar nítidamente la financiación de la docencia de la financiación de
P.- ¿Atiende dicha ley las reivindicaciones de las universidades privadas?
R.- Creo que las universidades privadas estamos suficientemente contentos con la regulación establecida por
P.– ¿Una universidad como Comillas está fuera del alcance económico de muchas familias?
R.- Como corresponde a una universidad que no se sostiene con fondos públicos, en principio nuestros alumnos deben pagar lo que cuesta su enseñanza. En ese sentido estamos en competencia desigual –no digo desleal- con las universidades públicas donde los alumnos pagan entre el 15 y el 20 por ciento de lo que cuestan, -también cuando el alumno repite curso y tiene bajo rendimiento académic -, porque el coste lo pagamos entre todos; también pagan la universidad pública los que van a
P.- ¿Hasta qué punto una universidad privada y más bien pequeña puede competir en el terreno de la investigación?
R.- Una universidad pequeña o mediana como la nuestra no puede compararse en volumen de investigación con las grandes universidades de nuestro país, que no son más de media docena. Pero competimos perfectamente en calidad con las mejores universidades e, incluso, también en volumen con la mayor parte de las universidades españolas. Hay temas -como botones de muestra doy únicamente dos: nuevas tecnologías energéticas y bioética– donde no tenemos por qué envidiar a ninguna universidad española.
P.– ¿Cómo es la relación de
R.- Estupenda. Las empresas nos quitan a nuestros estudiantes de las manos. Los alumnos de nuestra universidad encuentran trabajo estable en los dos meses siguientes a su graduación. Tenemos miles de convenios de prácticas en empresas, donde los estudiantes hacen sus primeras prácticas mientras estudian aún su carrera y no es raro que de esas prácticas salga su primer contrato, en algunos casos aun antes de haber concluido sus estudios.
Perfil
Ha sido Becario del Plan de Formación del Personal Investigador, Becario Postdoctoral en el Instituto de Filología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Desde 1989 es funcionario de carrera del CSIC como Científico Titular en el área de Lingüística Histórica, adscrito al Departamento de Filología Bíblica y Oriente Antiguo del Instituto de Filología, en la actualidad en excedencia voluntaria.
Ha sido Director del Departamento de Filología Bíblica y del Antiguo Oriente del Instituto de Filología del CSIC (1993-1994)
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